XXXI

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Suspiro, gruñó y se quejo en silencio. La mueca sobre su rostro fue rápidamente cambiada por una mirada imperturbable, los pasos de botas y tacones se iban haciendo cada vez más cercanos. Volvió a gruñir, cambio rápidamente su postura mientras trataba de mantener su mente alerta, Rimuru parecía haber terminado su seción de belleza y las Kijin también parecían felices con su trabajo.

Naruto espero durante cortos segundos hasta que la puerta se abrió, Rimuru fue la primera en entrar, la sonrisa en su rostro fue suficiente para hacer que el mismo cambiara su ceño fruncido por una mirada más neutral. Internamente trato de disipar sus pensamientos, en este momento no eran algo en lo que este dispuesto a sumergirse.

—Entonces, ¿Cómo me veo?

Rimuru dio un giro nervioso, sus caderas resaltaron perfectamente con sus pantalones. sus botas de cuero la hacían ver un poco más alta, y su cabello se veia perfecto, adornado por perfectas y brillantes hebras azules revoloteo en un movimiento rítmico y atrayente. Podía sentir las miradas de ambas Kijin en su nuca, como si lo amenazaran para que contestará rápido y con sinceridad, de lo contrario perfectamente tratarían de darle una buena lección. no obstante, eso nunca pasaría, ellas no tenían el valor de hacer tal cosa, y si lo hicieran, el no estaba a disposición de recibir golpes por gusto, por lo que las únicas que saldrían perdiendo serían ellas y lo sabían perfectamente.

—Te vez hermosa.

No había más que pudiera decir. no había palabra que pudiera describir la belleza que tenía frente a sus ojos. no obstante, aún así trato de hacerlo, y aunque fracasó, al menos sus palabras parecían ser suficientes para iluminar el rostro de Rimuru, quien sonrió de dientes al escucharlo. Sin dudar ni un segundo en acercarse y dejar que sus posaderas cayeran sobre su regazo, con su espalda ahora cubierta por una gabardina descansando sobre el pecho del mayor.

—¿Cómo son pareja? Uno es un Ogro, y la otra un Ángel; No veo mucha compatibilidad.

Su buen humor casi se desvaneció cuando escucho la estridente y chillona voz de una mujer, una bastante pequeña, y una que al parecer era exactamente igual de molesta a como Rimuru la había descrito, incluso si su pareja trato de ser lo más suave posible con sus palabras, sin importar que la Ada los estuviera escuchando o no.

—Algunos dirían que "Los opuestos se atraen" ¿No, Ramiris?

Rimuru por otro lado, sabía que la única respuesta que Ramiris obtendría del gigante sería un gruñido, y en realidad no se equivocó, por lo que fue ella la responsable de dar una verdadera respuesta, al menos una lo suficientemente larga y coherente como para no enojar a su pequeña amiga, quien parecía pensativa al analizar con detenimiento en sus palabras.

—Supongo que tienes razón, pero nunca me dijiste que tenías esposo, y menos que sería tan cascarrabias.

No estaban formalmente casados, al menos no que ellos supieran. Si había algo de similitud entre el anterior mundo de ambos era la ceremonia de matrimonio, no eran iguales, pero ambos mundos celebran el evento a su manera dependiendo de su cultura. Tampoco es que alguno de los dos vaya a corregir a la ada. Ramiris realmente se había mostrado bastante interesada en Naruto en el momento en que lo conoció, hizo todo tipo de preguntas y ni siquiera terminaba de lanzar una cuando ya estaba llegando una posterior. al final, y como era de esperarse, su personalidad sobre exaltada causo verdadera molestia en el gigante, y aunque no fue grosero y mucho menos la insultó, si dejo muy en claro que para el tener una conversación con ella, era todo menos agradable.

Naruto: Reencarne Con Un... ¿Slime?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora