Naruto: Reencarne Con Un... ¿Slime?

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Sus ojos nunca perdieron de vista la esbelta figura de su mujer. sus pasos eran rápidos, pero no había ningún destino al que tenga el placer de llegar, pues en cuanto daba un par de pasos al frente, regresaba sobre sus pasos haciendo un círculo vicioso. En sus delgados brazos cargaba la pequeña figura de un infante, cuyo cuerpo se veía envuelto entre gruesas mantas de piel con el fuego de la chimenea a todo lo que daba, el invierno no era precisamente un clima demaciado amigable en los bosques.

—Raissa, duerme un poco.

Su voz finalmente se hizo escuchar. la mujer detuvo sus pasos y lo miro sentado en el comedor, no parecía estar haciendo mucho además de observarla expectante, pero ella había estado demasiado ofuscada como para notarlo.

—Has estado así por mucho tiempo.

No era una mentira. desde que su hijo enfermo no a podido dormir en varios días, y aunque le dió todo tipo de medicina, sin exagerar en las dosis, su condición simplemente no parecía mejorar, la fiebre era cada vez más alta, y los incontrolables ataques de tos impedían que pueda dormir un poco.

—Duerme, Raissa.

Se veía perdida en pensamientos, pero al final, con un suspiro, permitió que su gigantesco esposo sostenga a su hijo en sus fuertes brazos, aunque al parecer el niño no estaba muy feliz con el intercambio, cuando sus lágrimas volvieron a caer, y los sollozos fueron Nuevamente audibles.

—Buenas noches, pequeño lobo, y buenas para ti gruñón.

Aún así, Raissa parecía demasiado cansada como para volver a tenerlo en brazos, no era de sorprender que no hata tardado en arrastrar sus pies hacia la cama, dejando caer su cuerpo, y permitiendo que el sueño finalmente dominé sobre ella. Fue solo cosa de segundos para poder escuchar los suaves ronquidos de la mujer, pero los ignoró, su atención estaba en el infante en sus brazos. Naruto abrazó al niño cerca de su pecho, Sus fuertes brazos acunaron al infante como si estuviera hecho de vidrio, el guerrero tenía la fuerza para eliminar la carne del hueso. Sin embargo, estaba a cargo de cuidar a alguien tan indefenso.

Pequeños sollozos vinieron del niño exhausto. Todo lo que el bebé quería hacer era dormir. Sin embargo, cada vez que el niño cerraba los ojos un ataque de tos lo despertaba violentamente. Naruto sacudió al molesto niño, quien gruñía levemente al no poder dormir, pero trataba de sentirse cómodo entre la fría piel del gigantesco hombre que le tocó por padre, haciendo todo lo posible por permitir que el sueño vuelva a invadir en sus sentidos.

Por costumbre, acarició la frente del niño. el pequeño captura el dedo de su padre, Sus grandes ojos mojados por las lágrimas mirándolo, eran tan... increíbles. Para un hombre que era conocido en todo el mundo por traer la condenación, No podía creer que
Raissa le permitiera tomar parte en la creación de esta vida; estaría eternamente agradecido por eso.

—Estarás bien, hijo.

Sabía que no lo entendía, aún así, se tomó la molestia de prometer la seguridad del niño, cuyos ojos parecían finalmente alcanzar el cansancio máximo y cerrarse levemente, esperando que la fiebre ya no sea un impedimento para su añorado descanso; se lo merecía después de tanto.

-Ω-

Podía escuchar los gritos ofuscada de Rimuru, las risas y las burlas de Shion y Shuna. ambas mujeres parecían bastante felices con la tarea de buscar la ropa adecuada para Rimuru, después de todo, les encantaba usarla como maniquí; Muy Internamente se burló de eso.

Tenía algunas horas de haber terminado de vestirse, pero no tenía prisa por apurar a las mujeres, no habían dado una hora determinada para el Walpurgis, Ramiris tampoco había sido precisamente accesible con la información. Dejo esos pensamientos para después, realmente se estaban tomando su tiempo en salir, el cansancio de días sin dormir estaba haciendo su trabajo en estos momentos, tenía sus fuerzas y sus capacidades mentales en pleno funcionamiento, pero evidentemente necesitaba dormir; se daría el gusto al menos un par de minutos.