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Se mantuvo estático, el sonido de la guerra solo hacia que un sentimiento agrio se formará sobre su pecho. Sus dedos, gruesos y ásperos golpearon el metal de su espada con gran insistencia, como si estuviera tocando una lenta y apenas perceptible melodía. El olor a sangre inundó sus fosas nasales, el sabor metálico hizo que una mueca se formará; había olvidado como se sentía.

El sonido del metal y los cuerpos cayendo sobre la tierra se escuchan nitidamente, incluso a esta distancia. Admitiría que los caballeros de Rubelius eran fuertes, habían empezado a ganar terreno en poco tiempo, pero su ejército incluso sin un entrenamiento tan especializado seguía firme. El hecho de que cada vez que uno de los suyos cae uno posterior se vuelve a levantar solo hacia que está batalla sea más reñida. La inédita habilidad de los caballeros, contra un ejército de inmortales; supuso que era una manera lo suficientemente justa para vencer y prevalecer.

No estaba solo, su pareja se había mantenido a su lado en todo momento, y a sus espaldas, las figuras de Souei y Benimaru los seguían como fieles perros a su amo. No les prestó atención, sus ojos aún se mantuvieron en la contienda mientras el agarré sobre su espada se hacía más firme, estaba seguro de que el arma se rompería con la fuerza que ejercía, aunque afortunadamente no era acero ordinario, por lo que las posibilidades de ruptura eran mínimas.

El sonido seco de las espuelas y el relinchar de un caballo hizo que la mayoría de los presentes mirarán a sus espaldas, sus ojos dirigieron una rápida mirada de soslayo antes de volver a mirar al frente, ya sabía quién era, no estaba realmente de humor para tener visitas. Dejaría que Rimuru se encargue de esto, de no ser el caso, estaba seguro de que actuaría ligado más a la violencia que a cualquier tipo de diálogo. Era alguien generalmente pragmático, Pero este tipo de situación no ameritaban algo así.

—Hola, Hinata.

La voz de Rimuru se hizo escuchar, la seriedad en su tono realmente no era proporcional a su comportamiento habitual, aunque realmente no podía culparla por eso, estaba seguro que estaba furiosa, probablemente mucho más que el, la diferencia es que ella si estaba dispuesta a escuchar a Hinata.

—Estás haciendo lo que quieres, pero... Estoy segura que no necesitas que te recuerde que son mis tierras.

La voz de Rimuru, a diferencia de la que siempre usaba con el, ahora estaba seca, ocultando una ira gélida que Naruto conocía muy bien, después de todo, esa misma ira fue la causante que ella acabará con el ejercicio de Falmuth, y esa misma ira fue la que el sufrió muchas veces cuando era más jóven, incluso ahora, todavía no se a podido resistir a los cálidos y tentadores brazos de la ira desmedida que lo consume desde adentro.

—En el momento que tomaron acción militar en mis fronteras, se declararon mis enemigos, y no soy tan amable como para permitir que den el primer golpe.

Hostilidad, algo que no era una palabra general ni habitual cuando se hablaba de Rimuru, pero tampoco estaban en una situación lo suficientemente delicada como para que ella actúe de manera violenta. No obstante, es evidente que las llamas y rescoldos de brasas aún brillaban dentro de ella, estaba enojada, compartía el sentimiento.

—Es Natural, supongo.

Hinata movió el cuello con incomodidad, la mueca sobre su bello rostro solo hacia más evidente este sentimiento. Realmente esto no estaba saliendo como ella lo espero. Sus ojos se desviaron momentáneamente hacia la batalla no muy lejos de su posición. Realmente no sabía que estaban haciendo ellos aquí, pero era evidente que esto no estaba en los planes; al menos no en los suyos.

—Pero al igual que tú, tampoco entiendo porque Leonard se encuentra aquí, o porque está atacando.

Sus ojos se movieron lenta y calmadamente hacia atrás, Hinata no parecía estar mintiendo, pero tampoco estaba dispuesto a creer en sus palabras únicamente porque su lenguaje corporal sea el adecuado. Todos tenían la capacidad de mentir, si ella era buena en eso solo significaba que debía ser más precavido. Rimuru, por otro lado, había desenvainado su espada, la punta del arma apunto hacia Hinata y sus ojos brillaron en una promesa intenté con la violencia.

Naruto: Reencarne Con Un... ¿Slime?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora