VI

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Sombras cobalto bailaban sobre las hojas con imágenes parpadeantes y choques veloces que brillaban a través de los huecos a lo largo de las venas y las ramas oscuras Fluyendo calor.

-Relajate-

Su voz incluso resonando como rescoldos entre las brasas de su mente fue ignorando pues la fuerza y arremetidas de sus ataques no hacían más que incrementar.

-Controla tu mente-

Nuevamente y como había sido la última hora sus palabras habían caído en oídos sordos pues su mente generalmente dispuesta al diálogo ahora estaba compungida atormentada y confundida.

Finalmente se canso por lo sin duda ni contemplación hizo que la espada que descansaba en las finas manos de su rival se deslizara de su agarre y pierda la oportunidad de volver a atacar.

Fueron varios tortuosos y largos segundos de silencio con la persona más baja viendo su mano ahora desocupada con total atención casi como si esperara que el arma volviera a su mano.

Aunque como era evidente eso no pasó.

Fue paciente y dejo que lo atacará para aminorar el dolor por el duelo pero incluso el con toda su paciencia sabía que tenía obligaciones por lo que una hora fue más que suficiente para calmar sus emociones.

-¿Hice lo correcto...?

No dijo nada y Rimuru parecía tener la intención de seguir hablando por lo que espero con calma sus siguientes palabras pues aunque no podía mentir al decir que sentía el luto o la tristeza del Slime al menos sería "Considerando" al menos lo mejor que su inexperiencia emocional le permita.

-¿Al comerla?

Al ver que la hostilidad y la agresión desaparecieron dejo que su espada anormalmente grande descansará sobre su hombro mientras pensaba en que decir pues cualquier palabra que ahora salga de su mente podía ser crucial dependiendo de cómo lo veas.

-Fue su deseo-

Rimuru soltó una risa seca sin gracia por sus palabras pues era demaciado conciente de eso pero incluso así todavía sentía que tal vez pudo haber hecho algo para evitar la muerte de la mujer una mujer que ahora se ve obligado a ver todos los días cuando el reflejo de su rostro se alza sobre los charcos de la lluvia y el agua fluctuante de los lagos.

-Perdón por atacarte, de verdad, Yo...

Realmente no sabía que más decir pues actuó por impulso optando por dejar que sus emociones salieran a relucir y tomarán control sobre sus acciones.

-La violencia nos cambia, no eres Débil por sentir sus efectos-

-X-

Los días pasan con la calma que alguien como el solo podría desear los instintos de guerra aún se mantenían fuertes sobre sus acciones evitando que pudiera tener un acercamiento natural.

Era completamente normal ver su esbelta pero imponente figura rondar por la aldea con sus cuernos resaltando sobre su cabeza y su capa ondeando al compás del viento mostrando la majestuosidad que solo el podría brindar.

El miedo que los duendes y los lobos pudieron llegar a tener por su sofocante presencia había desaparecido y en su lugar la calma y la cordialidad tomaban control sobre las acciones de estás personas quiénes lo saludaban ante la llegada del alba y lo despedían frente al ocaso.

Su comportamiento no había cambiado con ninguno de ellos pues incluso si era cordial seguía bastante negativo a tener una conversación que no tenga que ver con el desarrollo y el mejoramiento general del pueblo en pocas palabras centraba su tiempo y atención a lo que el consideraba crucial dejando las relaciones interpersonales como algo inexistente.

Naruto: Reencarne Con Un... ¿Slime?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora