XLIV

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El sudor escurriendo de su frente, su mirada, su postura y demás cosas, hacían más que evidente el nerviosismo que sentía. Lo negaría si preguntaban, pero los hechos aún seguían estando presentes.

—Vamos, calma. Yo solo trataba de disculparme.

Sus palabras, no parecían tener la reacción esperada, la ira seguía presente en esa mujer. Siendo honesto, ya había perdido la cuenta de las innumerables veces que se disculpo. No tenía ni idea de que podía hacer para calmar el estado de ánimo de esa mujer, aún que, supuso, sería algo difícil de realizar, después de todo, Luminous Valentine, era bastante irascible.

—¿Eso hacías?

Casi podía jurar que la vena en su cabeza explotaría, casi, no obstante, sabía y era consiente, que decir algo de ese estilo solo haría mucho más difícil su trabajo. Ganarse su perdón; mínimo aminorar gradualmente su enemistad.

—Estoy seriamente arrepentido de destruir tu ciudad.

En realidad, podía decir que fue porque era joven, y por lo mismo, era estúpido. No era una excusa. En ese entonces ya tenía algunos Miles de años, no era tan joven. no lo es ahora. En realidad, las ideas se estaban acabando, de hecho, parece que cada palabra salida de su boca solo incrementaban su creciente ira; al menos, admitiría que estaba acorralado ahora mismo. Podía pelear, pero, eso solo haría que sus esfuerzos vayan hacia atrás.

—¿Uh? Así que lo recuerdas.

No, de hecho, tardó varios días en recordar su nombre, tardó el doble en recordar porque estaba tan enojada con el. No lo culpen ¡Eso paso hace años! Sea como sea, hollow se veía como un escudo humano bastante atractivo, aunque. tal vez. al final. Reciba una paliza doble. Honestamente, Rimuru era una mejor opción.

—En ese entonces, no trataba de hacer ningún daño. Tómalo como una indiscreta acción juvenil.

Ya había dejado en claro que eso, no era una excusa. No obstante, la falta de vergüenza era algo característico en el, al final la falta clara de ideas, el acorralamiento, el nerviosismo, y la sensación de que probablemente le vaya a doler mañana, lo hicieron tomar la opción más Idiota posible. Al menos en su cabeza si funciona.

—Señorita Rimuru.

La mencionada sonrió amigablemente. En realidad, esperaba que las disculpas de Veldora funcionarán, al menos para apaciguar levemente su ira. No funcionaba, por lo que veía. Sabía que no mataría al dragón, para empezar, el no permitiría tal acción, y si realmente quisiera matarlo, se vería obligada a una lucha bastante destructiva, por ende, poco beneficiosa para Tempest, y para ella misma. Dudaba seriamente que quiera ponerse bajo el ojo vigilante de hollow, y de ella.

—Dame a esa maldita lagartija.

Las manos de Veldora tomaron sus hombros con firmeza, evidentemente pidiendo salvación, lamentablemente, no podía darle tal regalo. Rimuru sonrió de manera dulce, ignorando la sensación de peligro que emanaba de la mujer, por ende, dejando de lado la afrenta a su persona al tratar de intimidarla. Honestamente, no era tan volátil como para ofenderse por algo así.

—Seguro.

El cuerpo de Veldora, colgaba como el de un niño regañado, Rimuru lo tenía firmemente agarrado del cuello de su capa, evitando un posible escape. Su reacción tan repentina, y sin ninguna pisca de duda, hicieron que un silencio se mantuviera por algunos segundos, sorprendente que Veldora no haya tenido una reacción inmediata.

Naruto: Reencarne Con Un... ¿Slime?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora