Capítulo 28. El Monje

3 1 0
                                    

Cerramos tras nosotros la rejilla colocándole un seguro. Bajamos al fondo de aquella habitación. Todos encendimos linternas.

El lugar era una sala con basura, cosas viejas pero bastante acogedor para pasar la noche. De inmediato nos pusimos manos a la obra y comenzamos a limpiar un poco. Habían sacos llenos de algodón que usamos de camas, lonas de tela que usamos de cobijas. En una mesita pusimos la comida y otras cosas.
Ya como una hora después de acondicionar el cuarto, nos pusimos a comer y a oír todo lo que sucedía afuera. Los gritos eran aterradores, los salvajes carnívoros se adueñaban del país entero comiéndose a aquel descuidado que quedaba por ahí.

Escuchamos como algo chillaba pidiendo ayuda quizá, antes de ser descuartizado. No hubo un segundo en donde no se escuchara aquel terrible festín.

—No paran —Dijo casi en susurro Sam.

—Pareciera que fueran millones de carnívoros, aún no entiendo como los Cherezadis tienen esa comunidad establecida —Decía Emma con la mirada fija en el techo— Deben tener una forma de reproducción muy acelerado.

—Yo opino que Katamoto y sus secuaces no durarán mucho aquí. Estos monstruos son los nuevos dueños de estas tierras, lo demás solo estorba.

—Robert tiene razón. Ya aquí se ha formado un ciclo que si se altera traerá grandes consecuencias —Habló Max, caminando hasta donde estaban unas cajas de madera cubiertas con una tela gruesa.

Quita esa tela y descubre un viejo televisor, a su alrededor varios discos de DVD. Cada disco tenía un título escrito con una marcador negro. Pero había uno que tenía un título con lápiz, decía: “Las predicciones del Monje”.

—¿Qué conseguiste Max? —Le pregunté.

—Creo que llegué a oír de este loco.

Me levanté acercándome a él.

—¿De quién?

—"El Monje". Era un tipo con una ropa típica de un monje, pero con la cara tapada. Hacía predicciones del futuro desde que nació, pero nadie llegó a creerle. Por ejemplo, predijo la caída de las Torres Gemelas en Nueva York, el mega terremoto de Japón junto con el tsunami, el terremoto en México, la guerra entre Rusia y Ucrania, y otras cosas pero, nadie le prestó atención. Yo sé de él porque mi hermano era fanático del Monje, el Monje siempre estaba solo y en lugares apartados.

—¿Tenía pesadillas como las de Robert? —Preguntó Emma.

—Algo así... Si tan solo pudiéramos hacer funcionar este cacharro seguro podríamos ver estos DVD.

Comencé a observar los aparato, necesitaba una fuente de energía para comprobar que funcionaran. Entonces, fui por unas linternas; las que no usábamos y las desarmé para usar las baterías, creé una mini fuente de energía e instalé los aparatos y listo, ambos aparatos se encendieron. Después de felicitarme, Max corrió a poner aquella cosa llamada DVD, donde al instante aparecieron imágenes en el televisor.

Un hombre vestido de negro y cara oscura apareció en la pantalla. Nosotros buscamos para sentarnos y ver de qué se trataba todo aquello.
El hombre comenzaba diciendo:

—He recibido nuevos seguidores y eso es bueno. Nadie cree que yo hago predicciones. No solo Jesucristo vino a dar predicciones catastróficas, a mí también se me dio el don de la adivinación. Pasearemos por mis predicciones y sus cumplimientos así, ustedes, mis nuevos seguidores verán que lo yo digo se cumple aunque la sociedad no lo crea.
—“Año 1995 —(Apareció un corto donde el Monje hablaba a una cámara) Tuve una visión terrible, que ni yo mismo aún entiendo. Habían dos árboles gigantes en una isla rodeada de agua, entonces, llegó un ave que volaba veloz y se estrelló contra uno de estos árboles, su árbol hermano comenzó a llorar porque las ramas de su gemelo comenzaban a caer, lo que no sabía era que en segundos, él estaría pasando por lo mismo. Otra ave llegó y se estrelló con el árbol sano y este también comenzó a desprender sus ramas y, entonces, el primer árbol cayó al suelo con un fuerte estruendo haciendo que las aguas temblaran, su hermano en pie tampoco aguantó y, se desplomó causando miedo a las criaturas de esa isla”.
Esa fue mi visión más catastrófica que no llegué a entender muy bien. Mucha gente me llamó loco, que solo era producto de mi imaginación, pero en el año 2001, sucedió algo que a mí mismo me paralizó. Las torre gemelas en Nueva York, las más altas del mundo y las más poderosas, fueron derribadas debido a un ataque terrorista.
(Ahora aparecían imágenes del suceso real).”

Agua Grande. Zona Restringida. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora