Cap.17 Te perdí

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NARRA PEDRI:

Horas, minutos, segundos, unidades de tiempo que podrían también ser utilizadas para medir el estrés... o esa era la sensación que podía llegar a percibir en ese instante en el que la espera se hacía eterna. Intentaba calmarme, intentar quitarme algo de culpa a todo. ¿Habría alguna manera de dejar de sentir todo este sufrimiento? Esa era la pregunta clave que me hacía en repetidas ocasiones. Quería pensar que todo aquello iba a salir bien, pero ni yo mismo me lo creía. La había cagado tanto que no tenía forma de salvar todo aquello. Con total sinceridad no sabía ni lo que salvar a estas alturas. Estaba metido en tantos líos que no sabía ni por donde empezar...

Miré mi móvil de nuevo... la hora que marcaban era las 00:30, es decir, tan solo estaba a media hora de aquello... No podía asimilarlo... El Pedri de hace unos meses jamás sería capaz de asimilarlo... Perdí lo que ansiaba obtener y lo dejé marchar por mi propia mano... Era patético, pero más patético era el hecho de intentar pagarle con la misma moneda. ¿En quién me había convertido? ¿Era un maldito rencoroso? ¿En qué momento he llegado a ser así? ¿Sigo siendo yo mismo? Argh... Maldita cabeza... mis pensamientos... no los puedo controlar... a estas alturas no sabía ni lo que sentía, el cúmulo y la bola se había hecho tan grande que ni yo mismo podía luchar por intentar escapar de ella... Pero no podía estancarme, debía superar todo aquello, ya no había vuelta atrás, habíamos quedado... bueno... más bien había decidido yo de quedar... no sabía ni si se iba a presentar. Pero aún así... comencé a abrir la puerta de mi cuarto yendo al lugar acordado.

Comenzaba a caminar por aquel pasillo oscuro... Aquel sitio se sentía frio acostumbrado a verlo con otra perspectiva... Los colores negro y gris fomentaban una oscuridad en aquel largo camino. Decidí dar uso a la linterna de mi teléfono móvil para no hacer nada de ruido o iluminar aquellos cuartos de mis compañeros dormidos. Con toda razón necesitaba sigilo en todo aquello, ya demasiado los había molestado. Cabizbajo llegué al ascensor. Rápidamente decidí tomar la opción de ir por las escaleras por si el ruido o las luces del mismo hacia algo de molestia. Quizás era demasiado paranoico con todo aquello del ruido o de la luz, pero realmente no sabía en qué frustrar mis nervios. Mientras bajaba por los escalones podía ver la luz de mi teléfono en el cual comencé a fijarme detenidamente... Aquel fondo de pantalla de un monstruo azul que tanto me gustaba... donde justo arriba marcaban las 00:40.

Aún quedaba demasiado para aquello pero prefería ir con tiempo. Es extraño, una parte de mi no quería ir, pero ese sentimiento era generado por el miedo, aquel miedo a que Pablo no se presentase y no pudiese poner fin a todo estos capítulos de tristeza mal escritos. Por otra parte, quería ir... Como me dice mi madre "La esperanza es lo último que se pierde" aquellas palabras me hicieron llegar donde estoy ¿Por qué no iban a solucionar todo esto las mismas?

Llegué al sitio acordado, elegí aquella sala pues estaba cercado junto a una cinta de prohibido el paso. Era el sitio en el que aseguraría que nadie entrase en él. Ya tendría remordimientos luego de haber saltado las palabras de aquella banda que se encontraba en cruz en la entrada de la misma. Nada más entrar pude ver algo de la sala. Era un sitio bastante encantador. Parecía ser un pequeño museo, o eso es la sensación que me daba. Aquellos cuadros, vitrinas y estatuas daban un tono misterioso a aquel lugar. Supuse que estaría cercada por alguna remodelación o cualquier tipo de accidente en la misma.

Recosté mi cuerpo sobre una de las paredes mientras esperaba ansioso algún tipo de señal, ya fuesen pasos, sonidos o algún tipo de palabra de boca de alguien que me daría el indicio de que alguien se acercaría a la misma. El dolor y la presión que sentía en mi pecho no era ni medio normal conforme pasaba el tiempo a oscuras en aquella habitación. La sala no parecía tener ningún tipo de interruptor, pero unos pequeños rayos de luz lunar se colaban por una de las ventanas... Hasta que de pronto... aquel destello lunar enfocó directamente la cara de Gavi, el cual aparecía por la puerta principal de la sala.

Me iluminaste || Gavi x PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora