Me iluminaste || Gavi x Pedri

Cap.20 Resiliencia

Toda la situación había consternado al mundo entero. Pedro González López, más conocido como Pedri, había quedado en coma tras sufrir una brutal paliza mientras padecía un estado de inconsciencia... Era noticia mundial, periódicos, televisión, revistas. Incontables personas hablaban sobre ello, a lo que muchas otras se echaron a la calle para buscar justicia por el crimen acometido, un acto de violencia sin ningún precedente, tan solo... por amar a un hombre.

Una semana había pasado desde aquel día. El día a día se hacía duro para cada una de las personas, especialmente para Gavi el cual parecía no creérselo todavía. Por desgracia, la selección no estaba concentrada en sus partidos. La ausencia de Pedri dio lugar a una sustitución imprevista en su posición, la cual parecía causar demasiados estragos en el equipo. Gavi no estaba en condiciones para jugar ese partido, pero lo que parecía peor es que ninguno de sus miembros estaba preparado para ello. Dando lugar a que España quedase eliminada del mundial con una brutal derrota. Todos los aficionados tristes con pancartas de Pedri coreaban su nombre. Gavi al ver aquello no pudo evitar no llorar, siendo atendido rápidamente por Ferran y demás compañeros...

España estaba eliminada del mundial. Ya no había nada más que hacer en este país el cual solo había traído más desgracias que momentos felices, al menos para Gavi. Los jugadores llegaron apenados al complejo. Habían fracasado como equipo y habían perdido a uno de sus integrantes mas principales, todo había resultado en un gran fracaso el cual los martirizaba. Gavi rápidamente subió hacia su habitación dejando atrás la cena y el intento de Ferran para que hablase con él. Al llegar, comenzó a recoger sus cosas, ya que al día siguiente marcharían a España de vuelta. Comenzó a recoger todo hasta que distinguió algo... 

- Nuestra foto... - Dijo Gavi mientras derramaba una lágrima, al seguir rebuscando encontró aquel anillo. Los regalos que Pablo hizo con todo su amor para él, regalos que posteriormente tiró a la basura sin ningún tipo de miramiento. Aún así, sabía que a Pedri le habría costado tomar esa decisión y que no saldría de él mismo. 

NARRA GAVI:

Una derrota... Una eliminación... Pedri en coma... ¿Algo más? La vida se estaba ensañando conmigo, no podía parar de pensar que parecía algún tipo de castigo divino por ser como soy... Lo siento, era lo único que se me hacía posible ya que eran demasiadas cosas malas en poco tiempo... Gracias al complejo, conté con la ayuda psicológica de algunos doctores que visitaban mi habitación a diario. Eso ha podido animarme algo desde entonces, pero... aun así, la idea de no volver a verlo chutar un balón junto a mi se me hacía cada vez más y más latente. 

Después de aquel primer día que estuvo en UCI fue mejorando poco a poco... o al menos consiguió estabilizarse. Aún recuerdo el primer día... cuando dejaron a su madre visitarlo... aquella vez... entró en parada respiratoria mientras estaban a solas. Escuchaba como lloraba y gritaba desde su sala mientras los médicos hacían todo lo posible por volver a reanimarlo. Todos en la sala comenzamos a agitarnos viendo como todos los médicos iban hacia ahí. Pero, gracias a ellos... volvieron a hacer que respirase por si mismo... aunque por si acaso decidieron  intubarlo para que una máquina hiciese esa labor por él, para evitar este tipo de situaciones... Desde aquello, se me hizo casi imposible dormir esa noche, la idea de que yo podría estar dormido y Pedri podría estar sufriendo aquello de nuevo se me hacía bola en la mente. Ni siquiera las pastillas que me recetaron hicieron que conciliase el sueño, aunque bueno, al menos todo ello pasó.

Próximamente, permitieron un horario de visitas el cual aproveché uno de los primeros para poder verlo de nuevo... Ver su rostro de nuevo me erizaba la piel. Verlo conectado a tantas máquinas y escuchando como chirriaba aquella máquina la cual lo permitía respirar... Me partía el corazón. Pedri era muy activo, y verlo tan parado hizo que no pudiese evitar llorar. Al verme en ese estado, un doctor que pasaba se acercó hacia mi y me dijo una cosa que realmente me reconfortó.