- Un escenario paradisiaco se encuentra en la escena... En él, podemos distinguir lo que es una playa y unas olas que azotan la arena a un ritmo bastante relajante. Una persona empieza a aparecer... un chaval de mediana edad que practica fútbol en la playa, más concretamente en una roca escalpada.
- No me cansaré... No me cansaré hasta llegar a ser igual que tú Iniesta... Llegaré al primer equipo del FC Barcelona... - Decía el joven con un propósito bastante fijado. - Se repetía la escena una y otra vez, a veces el chico solo y otras veces con una persona semejante a él de un poco más edad. Días de lluvia, sol, viento. En todos y cada uno de ellos el chaval entrenaba una y otra vez...
- La escena de la playa empieza a desaparecer... Transportando al mismo paisaje pero cada vez más y más nublado. - Una nueva figura volvía a aparecer en la roca escalpada, la cual estaba al borde del fuerte oleaje que azotaba el mal tiempo del escenario. - ¿Gavi, eres tú? - Decía un chico con voz temblorosa al ver lo cerca que estaba lo que parecía ser su amigo del filo de la roca.
- Gavi por favor no lo hagas, no te tires al mar. - Imploraba la voz. - Te necesito, no me dejes. - Comenzaba a gritar de pánico la voz que veía como su amigo se acercaba cada vez más y más al borde de la roca.
- Todo esto es por tu culpa. - Dijo la voz del chico antes de tirarse al borde y ser engullido por el fuerte oleaje. - Un grito desgarrador culminaba la escena que acababa de pasar. Su amigo acababa de ser engullido por el mar y él no pudo hacer absolutamente nada por haber frenado la escena.
- Tienes razón... todo esto es por mi culpa... soy distinto a los demás... te has alejado de mi por mis malditos sentimientos. - Lloraba desconsoladamente el chico que se encontraba boca abajo golpeando la roca con su puño.
- Gavi perdóname... - Cambiaré mi manera de ser.. pero por favor... no me abandones... - Gritó por última vez el chico hasta que toda la escena desapareció acabando con un vacío total. Hasta que de pronto...
- No me dejes... - Todo es culpa mía... - Balbuceaba Pedri en lo que parecía ser un sueño.
- ¿Pedri, estás bien? - Dijo Gavi que se encontraba desvelándose por los quejidos de su amigo.
- Gavi miró el reloj. Eran las 05:32 de la mañana, debían levantarse a las 9:00.
- No... no lo hagas por favor... - Balbuceaba el canario hasta que de pronto despertó de un sobresalto por el susto. - Pedri empezó a llorar tras despertarse del sueño.
- Hey, Hey tranquilo todo ha sido una pesadilla estoy aquí. - Decía Gavi abrazando a Pedri que lloraba sobre el hombro de su amigo. - Si no quieres hablar del tema tampoco te quiero forzar a que me lo cuentes ¿vale? - Dijo Gavi acariciando la espalda de Pedri
. - No... no quiero hablar del tema. - Dijo Pedri entre sollozos.
- Está bien lo entiendo, pero quiero que sepas que estaré aquí para cualquier cosa. - Pedri al escuchar eso empezó a lagrimear más... al parecer el Gavi de sus sueños había sido engullido por la marea ante sus ojos. No entendía el porqué de la situación, hasta que analizando un poco se dio cuenta de que realmente sí, lo hizo por su culpa... - Se tiró porque supo que yo le quería. - Decía Pedri mentalmente.
- Al parecer durante todo el año que vivieron juntos en el FC Barcelona, Pedri había empezado a desarrollar una especie de sentimientos que aún no sabía que significaban por Gavi. Era raro y difícil de explicar, él había estado en anteriores ocasiones con mujeres, pero cuando estaba junto a él... se sentía distinto.
- La mente de Pedri en ese momento en el que ambos se abrazaban era una tormenta como en su sueño. Miles de pensamientos le llegaban. - ¿Qué soy? ¿Me seguirá queriendo de amigo si se lo cuento? ¿Sentirá él lo mismo? - Repetía una y otra vez el cerebro de Pedri creando un ritmo cardiaco anómalo, sumergiéndolo en un estado de hiperventilación.
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Me iluminaste || Gavi x Pedri
FanfictionGavi un adolescente con traumas pasados logra alcanzar su sueño tras innumerables baches a lo largo de su vida, llegar al primer equipo del FC Barcelona. Donde logrará encontrar su sitio de felicidad, amigos, risas, y sobre todo a su mejor amigo Ped...