CÁPITULO 4

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Courmayeur, Italia.

Nos miramos con mis amigas y soltamos un chillido dando saltitos. Estábamos felices y no podíamos creer que estuviéramos allí las tres.

-Mierda, me encanta –dijo Emilia, observando por la ventana a su lado en el auto que habíamos alquilado en esos días.

Hacía un frio de cagarse, pero el pueblo era demasiado hermoso. Casas de tablas, sus techos repletos de nieve y humo de las chimeneas. Ya estábamos de camino a nuestro hotel, era el mejor del lugar y me recordé a mí misma agradecerle por tres años a mi hermano por esto.

-¿Nos perdimos? –cuestioné viendo el mapa en mi celular con la dirección puesta.

-Mmh, creo que era en la cuadra anterior –dijo Martina, retrocediendo en el coche y doblando a mano izquierda esta vez. Ya era algo de noche, cada vez se hacía más oscuro a pesar de que no era totalmente de tarde.

Entramos a un estacionamiento, finalmente habíamos llegado al hotel. Tenía una mirada rústica por fuera y estaba en un alto, presentía que las vistas de aquello eran increíblemente bellas.

-Muchas gracias –agradecí al chico que había traído mis maletas hasta mi habitación. Por fuera rustico pero por dentro era moderno e increíblemente coqueto, tenía una cama en la que perfectamente podría dormir una eternidad. Decidí darme una ducha de agua bastante caliente y cambiarme la ropa, iríamos a comer con mis amigas y siendo sincera moría de hambre.

. . .


Corto un trozo de carne, junto con ensalada llevándolo a mi boca. La comida de aquel hotel era realmente increíble y justo ahora estábamos cenando con mis amigas. Nos habíamos puesto ropa linda, todas las personas de allí tenían buenos conjuntos pero abrigados, a pesar de que adentro la temperatura era agradable.

-¿Creen que me pueda casar con un piloto? –cuestionó Emilia, cortando aquel postre en su platillo que justo ahora pareciera que le daba un orgasmo al probarlo.

-Quien sabe, ¿a quien tienes en la mira? –pregunté soltando una risa, observándolas.

-Mmh, Sainz, Leclerc, Verstappen...

Rodé mis ojos soltando una risa, Martina miró a Emilia alzando una ceja.

-Uy, Martina creo que no apoyaría mi relación con Max –reí junto a Emilia mientras que Martina se ponía bastante colorada.

-¿Sainz está libre? Además, ¿de qué equipo me vestiré? Una es de Ferrari y otra es de Red Bull, ¿es legal vestirme de ambos? –dijo con frustración, llevando otra cucharada del postre a su boca.

-Sí –dije asintiendo- te pones una camiseta de Red Bull y una gorra de Ferrari, es buena idea –reí agarrando mi copa y acabándome el vino que estaba allí.

Me doy la vuelta al sentir algo de ruido afuera, algunas personas se habían puesto cerca de aquel auto, se tomaban fotos con alguien que no lograba descifrar quien era aún.

-¿Estaremos en el mismo hotel que una celebridad? –cuestionó Martina, alzando una de sus cejas con una sonrisa.

Encogí mis hombros dándome la vuelta y continué con mi postre hasta acabarlo. Finalmente luego de otras copas, decidimos que ya era hora de ir a dormir, pero realmente no podía ir a dormir, pensaba en mi plan de mañana, la emoción sobre eso no me dejaba tranquilizarme y muchos menos conciliar el sueño.

Saqué mis patines y los dejé a un costado, me metí a la cama apagando todo y soltando un suspiro. Mi alarma estaba programada, así que solo la esperaría.

Bree; la hermana de Verstappen │Charles Leclerc│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora