CAPÍTULO 34

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La hora de empacar otra vez había llegado, volver de nuevo a Mónaco, comenzar a prepararnos para la otra carrera que era en Miami. Admitía que esa carrera me emocionaba, quizás más bien porque era en Miami y quizás podría disfrutar algunos días de playa con mis amigas otra vez.

Abro mis ojos algo perdidos en el lugar y tiempo, pero mi celular sonaba sin parar. Estiro mi mano quitándole el cargador y ateniendo aquella llamada. Estaba segura que era de madrugada.

-¿Hola? –cuestiono intentando sonar normal, pero mi voz me delataba, nadie estaba normal si lo despertaban de esta forma.

-Martina está con un ataque porque le compre una prueba de embarazo, ven al hotel –me quedé en silencio intentando procesar las palabras de mi amiga, ¿Cuál embarazo?.- ¡Brianna, no puedo yo sola! –me sobresalto al escuchar la exclamación de mi amiga y me siento en la cama para despertarme más. 

-Ya voy –corto la llamada mirando la hora de mi celular abriendo mis ojos de par en par, 2:21 de la mañana.- Carajo.

Finalmente me pongo de pie empezando a vestirme y abrigarme, no tenía idea que tan frio estaba afuera pero sabía que sí lo estaba. Solté un suspiro entrando en aquel hotel luego de haber salido del mío como si estuviera robando joyas de diamantes, ¿qué excusa pondría si me veían a aquella hora?

-Al fin llegas –Emilia me agarró del brazo jalándome con fuerza.

-Espera, hay que avisarle al recepcionista –dije deteniéndome, señalando hacia el escritorio.

-Ya le avisé –rodó sus ojos y en cuestión de segundos estábamos en la habitación.- ¿Ya te la hiciste?

-No –dijo Martina, de brazos cruzados mientras la caja estaba encima de su cama y ahora todas la observábamos como si fuera una bomba a punto de explotar si la tomábamos.- es que a ver, ¿por qué tengo que hacérmela? No estoy embarazada, seguramente es un malestar de algunos días.

-Nueve meses –murmuró Emilia riendo pero rápidamente dejó de hacerlo.- Si no estás embarazada, solo dará negativo, no hay tanto drama.

-Mira Martina, mejor háztela para salir de dudas, porque de todas formas dará negativo si estás tan segura –encogí mis hombros. Los ojos de Martina se cristalizaron y se dio la vuelta tomando aquella caja observándola un momento.

-Es que... -susurró pero finalmente asintió.

-Deja la puerta abierta, no confío en ti –la señaló con el dedo índice y nos quedamos a un costado de la puerta del baño. Bien, ahora yo también estaba extremadamente nerviosa.- Nunca pensé verte mear -solté una risa junto a Emilia pero nos callamos rápido al ver la cara asesina de Martina.

Finalmente dejó la prueba encima de aquella mesada de vidrio en el baño y salió de allí caminando en círculos por toda la habitación.

-¿Ya?

-Faltan tres minutos –dije viendo hacia la hora de mi celular.

-Dios, pero si ya pasó media hora –lloriqueó tapándose la cara con sus manos.

-Ya se cumplió el tiempo.

-Al fin –Martina caminó hacia el baño bastante confiada.- Es obvio que solamente hay una línea en esto... -se quedó en completo silencio al ver hacia el test y pronto cayó al piso haciendo un sonido de plástico que nos paralizó a las tres, su mano fue a su boca tapándola y poco a poco se deslizó hasta sentarse sobre el piso. Emilia agarró el test y también se tapó la boca con sorpresa.

-Por dios, serás tía –susurró sin poder creerlo y yo tampoco podía creerlo.- Y serás mamá –dijo ahora mirando hacia Martina.

Ambas nos arrodillamos a su lado, ella lloraba sin ningún consuelo y la entendía completamente, yo estaría igual, ni siquiera me imaginaba en una situación parecida.

Bree; la hermana de Verstappen │Charles Leclerc│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora