𝑵𝒐 𝑻𝒆 𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝑫𝒆 𝑻𝒖́ 𝑺𝒆𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓 [TERMINADA] © [1]

• Capitulo 12|"Algo así"

Esa mañana había despertado genial, el día muy bonito y todo parecía estar bien. Me duche, me puse mis jeans ajustados y una blusa corta, desayuné y me fui a Café Negro. Al llegar todo estaba cerrado ya que hoy me tocaría abrir y cerrar. Abrí la puerta y acomode el lugar. Todo estaba perfecto coloque el cartel de abierto y comenzaron a llegar los clientes.

(...)

Llegó el medio día, hora de mi descanso y para almorzar. Me senté junto al mostrador y me tomé un capuchino, estaba delicioso. Mientras almorzaba ví la puerta de entrada habían llegado varios estudiantes.

—Ey, tú, mesera— hizo referencia a mi una de las chicas llegadas. Era peliroja y se me hacía peculiarmente conocida.

—¿Si?— respondí, soltando mi capuchino en la mesa.

—Quiero un café negro, y 2 capuchinos— ordeno en muy mala manera.

—Lo siento, estoy descansando, pídeselo a él— le dirigí la mirada a Ken mi compañero.

—No, te lo e pedido a ti— dijo en una mala voz.

—Ya te e dicho que estoy
descansando— sentencie dejando de mirar aquella chica desagradable.

La chica peliroja camino hacia mi, aunque no le di mucha importancia, a veces hay que soportar a las personas ignorantes.

—Estoy hablando contigo— dijo la chica tirando mi capuchino al suelo.

Espera al acercarse pude apreciar su rostro bien. Ella era la chica con la que estaba Jack el día que fui a su casa. Ahora todo tiene sentido quería humillarme.

—¿De que vas?— pregunté molesta, me levanté de la mesa.

—Ya te ordene algo— dijo mientras sus amigos de reían.

—Claro— acepte. Algo tenía claro se las cobraría.

Prepare su pedido, cuando le estaba dando los capuchinos agarré su café y se lo lance encima. Puso una cara que había que verla, sus amigos se echaron a reír algo que la enojó mucho. Yo también comencé a reír, se lo merecía por ignorante.

—!¿Que has echo?!— pregunto chillando, mirando su ropa. Al parecer era muy cara.

—Ups, lo siento que torpe— dije en plan se callo por accidente.

No podía parar de reír su cara era muy graciosa. La chica se marchó en muy mala manera, hasta le dió un tirón a la puerta. Mientras limpiaba todo el charco de café Charly entro por la puerta con una hoja en la mano.

—Eh, Jade, déjame ayudarte— dijo colocando su mochila en una mesa.

—No, tranquilo— dije terminando.

—¿Que a pasado?. ¿Se te a caído el café?— pregunto averiguando lo sucedido.

—Algo así— rei. Le conté todo lo que había pasado.

—Si, ella es Mary, suele ser muy desagradable— dijo riéndo. —Al
menos obtuvo su merecido— acompaño. —Mira— dijo enseñándome la hoja de calificaciones.