𝑵𝒐 𝑻𝒆 𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝑫𝒆 𝑻𝒖́ 𝑺𝒆𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓 [TERMINADA] © [1]

• Capitulo 21|"Blue y Coffie"

(...)

Al llegar a la casa, me di una ducha y comimos algo. Luego de eso vimos algunas pelis de terror. Aún no dejaba de pensar en que había asesinado a alguien, pero se sentía tan bien. Notar su miedo, sentir sus temblor, sus imploracion de piedad. Era la mejor sensación del mundo.

(...)

Al día siguiente...

—Jade— escuchaba mi nombre en un tono delicado. Era Kim.

—Hmm— murmuré. Tenía sueño.

—Jack está aquí— destacó sin filtros.

Me levanté rápidamente.

—¿Dónde está?— pregunté inquieta.

—Abajo, te está esperando.

Kim salió de mi habitación.Corri rápido al tocador para darme una ducha tan rápido como termine baje por las escaleras vociferando.

—Jack.

Al estar frente con frente con frente a el le di un gran abrazo.Estaba feliz de verlo, porfin estaríamos juntos.

—Te extrañe— le confese, sin dejar que si quiera dejarlo respirar.

—Yo también— respondió, haciéndome sentir feliz.

Me agarró fuertemente y beso mi frente.

—Lo siento, no estuve ahí para ti— hablo, en referencia a lo sucedido con Kate.

—Tranquilo, Kim me salvó— conteste mirando feliz a Kim.

Ella había sido muy buena conmigo, creo y estoy segura de que aremos una amistad fuerte.

—Sí estoy seguro de que Kim te protegera— aseguró Jack en agradecimiento hacia Kim.

—No es nada— dijo Kim, modestamente. —Lo volvería a hacer. Los dejaré solos, seguramente tenéis cosas de las cuales hablar.

Kim salió de la casa, seguramente a ver a Cleo y Danny ya que ella me había comentado eso.

—Jade, las cosas están muy mal. Todo se está saliendo de control— explico Jack, un poco preocupado.

—¿Dónde estabas?— le interroge.
—Traviss no sabía nada de ti. Y creo que no lo sabe.

—Estaba por allá y por aquí, no puedo decirte, es por tu bien. Traviss ya lo sabe, le e dicho que te haría una visita sorpresa— explico. —¿Que paso en tú casa después de que me marchara?

—Muchas cosas— le conté todo.

(...)

—Deberia matar a ese imbécil— aseguro Jack, apretando sus puños.

—Eso no será problema. Yo la lo e echo— le confesé, sonriendo.

—¿Que has echo que?— pregunto molesto.