• Capitulo 26|"Saltaremos"

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(...)

—Jade, debes controlar tú temperamento. No puedes andar pegándole a todas las chicas que me miren— indico Jack un poco serio.

—¿Ah no? ¿Y entonces que hago? ¿Les doy tú número y dirección?— cuestioné, molesta con él.

—Mirame no es para que te enojes. Solo quiero que te comportes cómo debes.

—¿Ah yo no me comportó?— volví a rechistar. En estos momentos admito que me estaba comportando como toda una niña pequeña.

—Buscame cuando vallas hablar con sensatez.

—¿Y eso que significa?— pregunté aumentando mi enojo y alzando la voz un poco.

—Significa que estás loca. Es imposible— se alzó de hombros.

—¿Que estoy loca?— rechiste lista para abrir mi boca.

Me levanto la barbilla con el dedo índice y me estampó un beso en la boca.

—Y yo debo estar tan loco para aguantar esto— aseguro sonriendo.
—Solo me gustas tú, solo te quiero a tí.

Sus palabras me dejaron más tranquila.

(...)

Esa misma noche...

Ya nos encontrábamos en la famosa playa de estrellas, en la cual se iluminaba la arena al anochecer. Estaba muy emocionado. Su esplendor era azul, como si del cielo se tratara. Todos comenzaron a cambiarse listos para entrar al agua cristalina y brillante. Yo no quería entrar el agua estaría muy fría para mí gusto, pero Jack y Traviss tenían otros planes. Me comenzaron a mirar y compartir miradas sospechosas sobre mi. Traviss se acercó a mi agarrándome de las manos forcejeo un poco para soltarme pero fue imposible Jack continuo a agarrarme de las piernas. Y allí estaba yo, como si fuera una niña pequeña con la que podían  jugar a su antojo. Traviss ayudo a Jack a subirme arriba de sus hombros, patas para arriba.

—¡No bájame!— le pedía, pero mis peticiones fueron totalmente ignoradas ya que Jack se seguía adentrando al mar.

Detrás de nosotros venía Traviss quien con sus manos chapoleteaba mojandóme a Jack y a mi. Melizza y Drake ya estaban lejos de la orilla.

—¡Bájame!— repetí.

—Bien— dijo Jack soltandóme.

Caí hacia atrás, entrando en aquí mar frío y tranquilo. Me levanté tan rápido como pude, bueno levantarme no, porque no tocaba el fondo. Me agarre rápidamente de Jack, volviendo a estar junto a el. Rodie mis piernas en su cintura señandolas para no volver a caerme.

(...)

Al día siguiente...

Todos nos habíamos quedado dormidos en la fría arena de la playa. Despertamos nada más el sol abrazador alcanzó su punto más alto dejándonos ciegos de tanta luz y claridad. Nos marchamos a casa. Tenía la piel súper salada, y un poco pegajosa debido a la sal del mar. Todos nos duchamos y bajamos a comer algo, el viaje había sido algo largo, el hambre habitaba en todos.

𝑵𝒐 𝑻𝒆 𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝑫𝒆 𝑻𝒖́ 𝑺𝒆𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓 [TERMINADA] © [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora