—¿Porque entonces esta maldita barrera entre nosotros?— comencé a sollozar cuestionando sus palabras.
—¿Porque?— se quejo. —Poe que quiero que estés bien, y claramente conmigo no lo estás.
—¿Porque estar con ella?— murmuré.
—No lo sé. Creí que podría sacarte de mi cabeza, pero ya entendí...— hizo una pausa, suspiro. —Pero no puedes sacarte de la cabeza aquello que no sale de la cabeza.
Declaró él. Sus palabras cada vez me ponían más sensible. ¿Cómo era posible que podía ser tan hijo de puta y tan sentimental a la vez?.
—Podemos estaré juntos— indague. —Yo quiero estaré contigo, para siempre.
—Jade, yo también deseo eso. Pero hasta que no salga de este mundo no te pondré en peligro— informó, apretando sus labios.
—Se que es peligroso— reconocí, acercándome a él. —Pero quiero estar contigo. No me importa nada, solo tú.
Fue la primera vez en tanto tiempo que me sentía tan bien con alguien. Él había sido mi primera vez, me había enamorado de lo que era, aquel chico mal educado, con bastantes problemas, con sus manos manchadas de sangre, aquella sonrisa rota y traviesa, sus enojos, sus ojos cafés, ese pircings con el que no se cansa de juguetear, su maldito carácter, esas repuesta sarcásticas las cuales me sacan de tranquilidad, aquella mirada capaz de dejarme sin palabras, el sentimiento que había inculcado en mi, los parones que da mi corazón al verle, su hermosa y bendita locura, ese cabello despeinado, sus enojos . Me había enamorado totalmente de él. Se acercó a mi, abrazándome fuertemente.
—No sabes lo que dices— nego de plano.
—¿Quizas?— dude. —Pero estoy segura de lo que siento.
—Mira te tengo un trato— anunció, separándose de mi. —Prometo que cuando todo esto se acabe volver a por tí— propuso. —Te lo juro.
—¿Me lo juras de nuevo?— mencioné, quería escucharlo denuevo.
—Lo juro. Quédate esta noche, mañana te llevaré de regreso a los angeles.
Esa noche me quedé allí, con él. Dormí a su lado, sentir su respiración, su olor, su voz, todo era perfecto.
—¿Sabes?— anuncio, rompiendo el silencio de aquella habitación donde nos encontrabamos. —Me hubiese encantado conocerte antes. ¿Porque no lo hicimos?
—Quizas si nos hubiéramos conocido antes no tendríamos lo que tenemos ahora— respondí.
—¿Qué tenemos?— pronunció dejándome sin respuesta.
—Lo que quieras— murmuré mirandole. Le bese la mejilla.
—Quisiera que fueras mi esposa— dijo, me quedé en silencio, esto me había tomado por sorpresa, pero ovbiamente si quería.
—Despues de que se acabe todo, prometo casarme contigo— le prometí, con una sinceridad inmensa.
—¿Me lo juras?— manifestó.
—No. Te estoy diciendo que lo haremos— asegure, aquellas palabras tenían más seguridad de las que había dicho alguna vez en mi vida. Mis palabras salían del corazón, no tenían nada que ver conmigo, sino con él.
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𝑵𝒐 𝑻𝒆 𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝑫𝒆 𝑻𝒖́ 𝑺𝒆𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓 [TERMINADA] © [1]
RastgeleLa joven Jade Queensel se encontrará en una situación de vida o muerte. Su supuesto asesino Jack Black, se enamora de ella, dejando de lado su intención la cual era matarla. Jade se enamora locamente de Jack quien no podrá mantener una relación amor...