Mi Corazón Es Tuyo (#1. Bilogía Amor Eterno)

La lluvia como testigo

Capítulo 39

Enzzo

—Vinimos a la cabaña— le informo a mi padre por el teléfono viendo como Rebecca sale del baño envuelta en una toalla.

Mis ojos siguen su camino hasta perderse en el closet. La muy cínica antes de entrar me lanza un beso en el aire provocando a mis deseos de ella. Desde su recuperación no nos hemos tocando para nada, sólo besos y caricias que mueren por subir de nivel pero siempre me detengo a tiempo para que eso no pase y lastimarla.

—Tengan mucho cuidado— la voz de mi padre me obligó a apartar la vista y llevarla a la ventana frente a mí.—Está lloviendo demasiado, tengan cuidado con los caminos.

—De hecho hoy no vamos a regresar. Será dentro de unos días.

—Bueno, tu madre quedará más tranquila. Ya sabes como se pone.

—Me imagino.

La boca se me seca cuando veo a mi novia salir con esa pijama del demonio que no hace más que invitarme a hacerla pedazos con mis manos. Paso el nudo de mi garganta cuando la miro abrochar los botones que me impiden ver su piel desnuda.

—Acosador— forma con la boca sin hablar alto por mi padre.

Sonrío malicioso y ella sale de la habitación riendo por todo el pasillo para ir a la otra.

—Hablamos después— le digo y cuelga.

Afortunadamente yo ya me había duchado y la pijama ya la traía puesta. Así que me voy junto con ella y cuando entro a la habitación la veo sentada en el colchón con el control remoto en la mano buscando una película.

—¿Qué miramos?— pregunta, con los ojos en la pantalla.

—Un maratón de los minions— me burlo y me lanza una almohada.—Y no es broma.

—Idiota. ¿Te gustan las caricaturas?— sigue buscando y meto mi rostro en su cuello para besar esa zona.

—Me gusta lo que a ti te gusta.

—A mí me gustas tú.

—¿Y por qué crees que lo digo?— se ríe y se mueve cuando le hago cosquillas en el cuello.

—Serán los minions entonces— decide y me hace reír.

Pone la película y las luces se apagan para ver mejor la pantalla. Se acomoda boca abajo con un cojín en el pecho y la acompaño alzando la mano para alcanzar la comida chatarra. Sólo por hoy le permitiré comer lo que ella quiera.

La película sigue y me rio cuando hago bromas de cuando la conocí en la calle y le dije minion mientras ella me recalca que me había puesto rascacielos con traje y oso malhumorado en el segundo uno que me que vio bajar de mi auto.

Después de media hora de película cambia de posición y se sube sorbe mi pecho dejando sus piernas sobre las mías mientras le acaricio el cabello con movimientos suaves que la relajan.

Hay un momento donde se queda apreciando la lluvia a través de los ventanales. La escena es admirable y ella se queda minutos mirando el exterior mientras yo la miro a ella admirandola así como ella admira lo que sucede afuera. Le beso la frente y el resto de la película nos la pasamos comiendo sentados sobre los cojines y riendo de todo lo que pasa con las criaturas pequeñas y amarillas.

La primera película termina e iniciamos con la siguiente, a la cual le dejamos de poner atención después de una hora cuando la beso sobre las sábanas.

Se atrever a colar su pequeña mano por debajo de mi camisa poniendo caliente mi piel. La tomo con fuerza de la nuca y profundizo el beso sintiendo como todos mis ganas de ella explotan en mi pecho en cuestión de segundos.