Capítulo 7.

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Un poco tarde, pero aquí está.

The Weeknd - Die For You
«You know what I'm thinkin'
See it in your eyes
You hate that you want me
Hate it when you cry»

Capítulo 7.
Mr. Puntual


Me despierto con dolor de cabeza debido al insomnio cuando escucho un sonido proveniente de mi celular. Gruño contra mi almohada y abro los ojos lentamente.

Agarro mi celular del buró y lo prendo como puedo. La luz me da en toda la cara y cierro los ojos un momento antes de volver a abrirlos.

Me llegó un mensaje hace 1 minuto.

Mi corazón se detiene cuando veo la hora.

4 jodidos minutos para que empiecen las clases.

Hannah:
Quedan 5 minutos para que las clases empiecen, ¿todo bien?, ¿quieres que te espere o me voy adelantando al salón?


Me pongo rápidamente de pie mientras me visto con lo primero que encuentro y agarro torpemente la mochila mientras intento peinarme.

Voy directo al cuarto de baño y veo de reojo que Jaden sigue en el sillón dormido como un bebé. Decido asomarme sobre el respaldo y me quedo viéndolo un poco más de lo necesario.

¿No se enojara si lo despiert...?

No, ¿sabes qué? A la mierda.

—¡JADEN!

El pelinegro se despierta de golpe haciendo que nuestras cabezas choquen entre sí en un fuerte golpe.

Tantas desgracias y apenas llevo 4 minutos despierta. Qué buenos días me da la vida.

Como siempre.

Jaden empieza a sobarse la frente en donde el golpe le dio directamente y me mira confuso y avergonzado.

—Perdón, Hash, ¿pero qué demon...?

—Quedan 4 minutos para que las clases comiencen —lo miro con una sonrisa muy impropia debido al momento.—Seguro ya quedan 3, pero segundos.

Jaden se pone de pie precipitadamente alistándose lo más rápido que puede.

Su madre decide llevarnos en su carro ya que hoy tenía descanso en la mañana para poder llegar por lo menos con 5 minutos de retraso.

Jaden me dedica una sonrisa rápida antes de salir corriendo a su salón y yo le devuelvo el gesto haciendo lo mismo.

Llego al salón sin aire en mis pulmones tratando de poder respirar antes de tocar la puerta y afrontarme a lo que viene.

Unos segundos más tarde me armo de valor y llamo a la puerta.

Un hombre bastante mayor con lentes de botella me mira con cara de querer aventarme por la ventana por interrumpir su clase.

—¿Se perdió el camino hacia el Kinder y por eso ha llegado tarde, ¿señorita Ahsley?

¿Ese no habrá sido usted?

—Pues si le perdí camino a la vida, menos voy a encontrar el de un Kinder... —¡Ups!, mal momento para contestarle sarcásticamente...

Seguro que en cualquier momento me va a lanzar por la ventana. Muy propio de mí contestarle así a un profesor en estos momentos.

El día que la luna dejó de brillar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora