Electric love - BØRNS.
«Baby, you're like lightning
in a bottle
I can't let you go now
that I got it
And all I need is to
be struck
By your electric love»☆
Capítulo 19.
La cita.Llegamos prácticamente corriendo al restaurante porque se ha puesto a llover hace unos minutos y no hemos traído paraguas.
Melanie, que va atrás de nosotros caminando va como si no estuvieran cayendo gotas de lluvia empapandola con fuerza.
Cuando hago un ademán de abrazarla para que la lluvia no la empape, ella se separa disimuladamente de mí y entra al restaurante. Me quedo unos segundos parada ahí con el ceño fruncido para después seguirlos por igual.
Mientras Jaden pide la reservacion no puedo evitar girarme hacia Melanie.
—Oye, Dani...
Ella me mira por primera vez como si estuviera nerviosa, cosa que hace que mi curiosidad aumente.
—¿No te gusta que te abracen? —pregunto en un tono de voz suave. No quiero que nada se malinterprete, al contrario, si le incómoda tengo que saberlo para no volver a hacerlo de esa forma. Al menos no sin haberle preguntado antes.
Ella traga saliva con fuerza y se cruza de brazos.
—¿P-por qué preguntas? —responde tartamudeando. La miro con curiosidad frunciendo un poco el ceño. ¿Es cosa mía o jamás la había oído tartamudear?
—No sé... antes he hecho un ademán de...
—Listo, vamos a la mesa chicas —dice Jaden sonriendo y siguiéndo a la chica que nos atendió.
Miro por última vez a Melanie que parece estar aliviada porque Jaden me haya interrumpido y camino dejando de lado el tema.
Quizá en otro momento se lo pregunte en privado.
Me tomo un momento para observar a mi alrededor con más atención mientras la mesera nos guía a nuestra mesa.
Es un restaurante que no se ve caro, y eso es algo que me alivia de inmediato. Menos mal.
Eso sí, tiene instalaciones que parecen haber costado millones. Me daría hasta pena mojar las sillas porque vengo empapada de afuera.
Le sonrío con agradecimiento a la mesera cuand nos trae el menú y empiezo a leerlo.
No tengo ni la menor idea de qué pedir, así que volteo a ver a Jaden que tiene el ceño fruncido y después veo a Melanie, que parece agotada e irritada. No ha llegado el mesero a pedir la orden cuando Melanie se levanta de golpe.
—Quiero ir a casa, estoy cansada —reprocha en un tono de voz más alto de lo común y llama la atención de algunas personas. Jaden deja el menú de lado y se acerca un poco a ella.
—¿Estás bien, te duele algo? —pregunta preocupado checandola con los ojos.
—Lo único que me duele es mi vida, por eso quiero llegar a casa y acostarme, comerme una bolsa de gomitas mientras veo mis series de matones hasta que la vida deje de parecer tan miserable.
Jaden levanta las cejas y deja el menú en la mesa. Me mira a mí levantando un poco las cejas como si me estuviera preguntando y yo asiento lentamente con la cabeza. Si ella está mal nos vamos, la cita podemos retomarla, pero mi prioridad es que ella esté bien.
Después de meditarlo por unos segundos todos nos ponemos de pie y nos apresuramos en salir. Jaden le pide una disculpa a la de recepción y vamos al carro corriendo.
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El día que la luna dejó de brillar.
Romantiek«El día que te lances por el precipicio sin miedo a caer con tanta fuerza va a ser el día en el que en verdad empieces a disfrutar de lo que sientes» ¿Alguna vez has pasado por una situación que te parecía imposible que sucediera y pasó de un día a...