ᴼᵖᵒʳᵗᵘⁿⁱᵈᵃᵈ•𝑬𝒙𝒆𝒒𝒖𝒊𝒆𝒍 𝒁𝒆𝒃𝒂𝒍𝒍𝒐𝒔

☆43☆

Narra Exequiel

Llegamos a Arabia Saudita hace rato, me quedó el culo cuadrado del viaje, desempacamos y nos llevaron a no sé dónde, todas las personas de acá estaban con ese coso blanco que se ponen en la cabeza.

Le escribí a Jaz ya que me dijo que le avise cuando llegue, ella ya volvió de Tucumán.

—Tengo unas ganas de salir a recorrer—habla Alan.

—Que vas a recorrer acá?—se ríe Luis.

—Yo quiero ver el estadio donde vamos a jugar—hablo.

—Yo quiero dormir—Cristian se tira en la cama.

Nos hicieron sacarnos una foto a Kichan, Marcos y a mi con unos representantes de no sé qué cosa, seguramente salí re duro, me daban cosa no sé.

Nos llevaron a recorrer algunos lugares y el Estadio donde vamos a jugar mañana.

Después entrenamos así que terminamos re cansados entre el viaje, el recorrido y el entrenamiento.

Toque la cama y me planche, me desperté al otro día porque nos estaban rompiendo las pelotas para ir a desayunar.

A la tarde Alan y Luis se fueron abajo y nosotros nos quedamos en la habitación con Cristian.

—Chango—entra Battaglia a la habitación.

—Uhh que cagada te mandaste Changuito?—se ríe Cristian y sale de la pieza—yo mejor me voy.

—Que pasó?—le pregunto a Sebas.

—No se pueden recibir visitas pero hago una excepción—habla y yo lo miro sin entender—así que más vale que hoy la rompas en el partido.

—Daa no jodas—me río—quién va a venir a verme a Arabia Saudita.

—Exactamente—responde—más vale que la cuides porque nadie se come tremendo viaje—me dice y se va.

Me senté senté la cama ya que estaba acostado y veo que entra Jaz.

—Naa—la miro—que haces acá? Estás loca?

—Si—se ríe y se tira arriba mío—encima que vengo me recibís así forro.

—Es que no puedo creer que estés acá mi amor—le agarro la cara y le doy besos.

En serio no puedo creerlo, no caigo.

—Como viniste?

—Te acordas que me llamó el Kun porque quería hablar cuando llegue a Argentina?—me pregunta y yo asiento—bueno él tenía que venir y Benja también pero el Kun iba a estar ocupado así que me dijo que si quería venir, lo cuidaba y de paso veía el partido.

—Te comiste tremendo viaje para eso reina?

—Y si, sabía que era algo importante para vos y quería apoyarte. Te gusto la sorpresa?

—Me encantó, sos hermosa—le doy un beso.

Nos quedamos un ratito acostados y después se tuvo que ir porque no pueden entrar visitas.

—Conocí la envidia —entra Alan a la pieza.

—Yo también—responde Luis.

—Por qué a vos te vienen a ver y a nosotros no?—se queja Cristian—necesito una novia.

—No es mi novia.

—Porque sos re lento—me dice Luis.

—Todavía no sé qué esperas, vino hasta Arabia Saudita a verte Chango, Arabia Saudita—repite Cristian.