•¿Shoto está embarazado? • [Bakutodo]

Uno.

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El cenizo entro en silencio a la habitación del hospital, lo primero que vio al entrar fue a su lindo Shoto descansando en la camilla del hospital, su respiración era tranquila y las máquinas a su lado indicaban que su frecuencia cardíaca estaba normal.. ¿Todo estaba normal, verdad?

Se sentó en la silla que estaba a un lado de la camilla, tomando la mano de el bicolor con cuidado, permitiéndose, por fin, poder llorar con tranquilidad.

Toda la angustia, miedo, y ahora alivio y felicidad que sentía la estaba dejando salir en forma de lágrimas silenciosas que recorrían sus mejillas.

El pensamiento de haber podido perder a su Shoto le aterraba, no quería ni siquiera pensar en aquello en ningún momento, y ahora que tuvo ese sentimiento tan vivo y real, fue como un balde de agua fría, no quería volver a pasar por ello, definitivamente no dejaría que Shoto volviera a pasar por algo así... ¿Se podía evitar?, No, pero lo cuidaría más que antes, lo llevaría a chequeos médicos constantemente, todo para que su Shoto estuviera bien.

— ¿Kats..? —

Levantó la mirada al escuchar ese suave murmullo que apenas y lo había oído de no ser porque la habitación estaba en completo silencio. Ahí estaba su Sho, intentando incorporarse en la cama, pero lo interrumpió y acomodo mejor en esta.

— Ten cuidado amor.. —

— ¿P..por qué lloras?, ¿L..le pasó algo a mis be..bes? —

La angustia y miedo en las feromonas de el bicolor eran demasiado fuertes.

— Los bebés están bien, están en revisión.. pero están bien. —

El suspiro de alivio de el bicolor hizo que las feromonas volvieran a ser tan dulces como siempre.

— ¿Entonces que ocurrió?, ¿Me desmayé? —

Mencionó esté con curiosidad, había recordado estar plenamente consciente durante toda la cesárea, pero en un punto sus recuerdos se vuelven oscuros.

— H..hubo un problema con tus pulmones.... Llevábamos tres horas sin noticias de.. si sobrevivirías... Estábamos asustados. —

Mencionó el cenizo con la mirada algo baja, aún ese pensamiento lo atormentaba.

— Kats.. —

La suave mano de el bicolor tomo su mejilla y lo hizo levantar la mirada.

— Nunca los dejaría solos. —

Al escuchar esas palabras más lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, mientras la mano de el bicolor intentaba limpiar todas las lágrimas que caían por sus mejillas.

— N..no estoy acostumbrado... A verte llorar. —

La angustia en la mirada de su Shoto lo hizo sonreír levemente. Se levantó con cuidado y dejó un pequeño beso en la frente de este.

No podía hacer mucho, no podía abrazarlo, ni hacer que esté tuviera movimientos bruscos por las recientes operaciones.

— Te amo Sho.. —

— También te amo Kats. —

Ambos juntaron sus frentes, disfrutando de el calor que el otro les emitía.