Dos.

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Después de unas muy largas horas para todos, por fin todos pudieron ver a los bebés a través de un cristal, ya que estos estaban en revisiones para asegurarse de que todo estaba bien.

Katsuki no pudo aguantar las ganas de llorar al ver a sus bebés, rompiendo en llanto.

Una pequeña de cabello mitad rubio cenizo y mitad rojo dormía tranquilamente, aún no podían ver sus ojos, pero según la enfermera y el ginecólogo, eran azules. Una pequeña mezcla de ambos padres.

Al lado de esta, en la misma cuna, se encontraba un pequeño, quien miraba a la ventana con curiosidad y sus grandes ojos, bueno, veía con curiosidad a su progenitor. Este tenía el cabello totalmente blanco y unos ojos completamente rojos carmín.

En otra cuna se encontraba un pequeño, quien estaba quedándose dormido, este tenía el cabello castaño, al igual que el padre de el cenizo, algo que sorprendió a todos. Este pequeño tenía el cabello castaño, teniendo heterocromia, un ojo rojo carmín y el otro gris.

Y por último, el pequeño bebé que era el único que se quejaba entre pequeños "gruñidos" que eran más bien pequeños sollozos. Un pequeño cenizo con los ojos rojos carmín, los genes Bakugo habían aparecido completamente en sus cuatro bebés, más en ese pequeño, que era una completa copia suya.

Todos veían completamente enternecidos a esos bebés, ¿Pero Katsuki?, Ya quería tenerlos entre sus brazos, cargarlos, cuidarlos y amarlos. Estaba impaciente, todo el embarazo lo estuvo, y ahora que los tenía ahí, con solamente un cristal separándolos se sentía aún más impaciente.

— Mocoso.. deberías ir con Sho, a de sentirse solo e inquieto. —

Se distrajo un poco al escuchar la voz de su madre, a lo que asintió levemente, no quería irse, pero tenía que estar con Shoto, ya que este aún no se podía levantar.

Se dirigió a aquella habitación, y al abrir la puerta lo primero que vio fue a su Sho completamente alterado, su Omega se sentía inquieto por no tener a sus cachorros cerca, y se sentía abandonado por no tener a su alpha, definitivamente estaba sensible.

— A..alpha.. ¿Mis cachorros? —

Se acercó rápidamente a el bicolor al escuchar su sollozo, abrazándolo con cariño y cuidado mientras dejaba pequeñas caricias en el cabello de este, poco a poco los sollozos bajos se habían detenido.

— Los bebés están bien amor, los acabo de ver.. —

— Y..yo no he podido hacerlo. —

Sabía que el bicolor tenía que estar sufriendo mucho por no poder ver a sus bebés, pero no podía levantarse, no después de aquella cesárea y operación, sería peligroso.

El bicolor solo había alcanzado a verlos cuando las enfermeras los estaban limpiando, después de eso no recordaba nada.

El cenizo comenzó a describirlos con una gran sonrisa, mientras Shoto lo escuchaba con total atención y con un pequeño brillo en los ojos.

Tal vez puedan llevar a los bebés en algunas horas, después de que las revisiones estén completas.

•¿Shoto está embarazado? • [Bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora