•¿Shoto está embarazado? • [Bakutodo]

Seis.

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— Ugh.. —

— ¿Sho? —

El cenizo se despertó un poco adormilado por los quejidos del bicolor. Al verlo se dio cuenta del porque. Estaba intentando levantarse solo. Soltó un pequeño suspiro para levantarse frente a este.

— Amor... Te dije que si necesitabas algo podías decirme. —

— Yo.. —

El bicolor estaba avergonzado, ya habían pasado tres semanas, casi un mes desde que tuvo a sus cachorros, y aún no podía levantarse o hacer algo solo. Se sentía inútil, y tampoco estaba conforme con su cuerpo.

Y no era que se arrepentía de sus bebés, para nada, los adoraba.. pero tenía inseguridades, no importaba cuántas fajas usará, se sentía mal consigo mismo, se sentía inútil.

— Cariño.. ¿Qué ocurre? —

El alpha lo había notado, había notado que el bicolor actuaba un poco diferente. Era su novio, esposo, mejor amigo, destinado y enlazado, obviamente sentía y ya sabía cuándo su Shoto estaba mal.
Espero pacientemente a que esté le contará, pero ya la preocupación por este le estaba ganando.

— E..es... —

Ahogo un pequeño sollozo, uno que alertó a su alpha.
Katsuki lo abrazo con cariño y cuidado, escondiendo el rostro del menor en su pecho.

_ Disculpa.. cuando te sientas listo cuéntame... —

No quería abrumarlo, era lo que menos quería.

— No es eso... Es.. mi cuerpo... No puedo hacer nada, me siento un inútil. Ni siquiera puedo levantarme a ver a mis cachorros... Y mi... Mi cuerpo.. —

Pequeñas lágrimas de frustración comenzaron a caer por las mejillas del bicolor.
Desde pequeño nunca tuvo tiempo para descansar, siempre tenía que estar haciendo algo. Entrenar, trabajar, estudiar, cuidar de su hogar, entrevistas, vida social.. nunca tuvo un momento para descansar, no sabía lo que era "tomar un día de descanso" y ahora que lo tenía.. se sentía un inútil.

— Shoto, mi vida, tu cuerpo es hermoso. Y como te dije en el embarazo, cuando ya puedas hacer ejercicio, te ayudaré a entrenar para que vuelvas a sentirte cómodo contigo mismo. —

El cenizo comenzó a limpiar las lágrimas del bicolor con suavidad, dejando, cada cierto tiempo, pequeños besos en las mejillas levemente sonrojadas por el llanto del amor de su vida.

— Y... Mi amor, necesitas descansar, se que es complicado, pero tú cuerpo y mente lo necesitan. Poco a poco te ayudaré a que puedas ir haciendo todo tu.. ¿Si? —

El bicolor asintió levemente, tomando una de las manos de su alpha para acariciarla con suavidad y cariño.

— ¿Qué querías hacer? —

— Mis... Mis cachorros, quiero verlos. —

Las cunas estaban en la habitación, eran las 4:47am y el se había despertado para ver a sus bebés y revisar que todo estuviera bien.

— Bien, toma mis manos. —

El bicolor hizo lo que esté le indico, el cenizo tomó sus manos con firmeza, aunque una la soltó poco tiempo después para tomar la cintura del bicolor, teniendo así más seguridad.

Cuando el bicolor estuvo levantado por completo sonrió felizmente, contagiandole esa sonrisa a su alpha. Poco a poco ayudo al bicolor a dirigirse a las cunas donde dormían tranquilamente sus bebés.

El cenizo se había levantado, prácticamente, hace 20 minutos para ver a sus bebés. Todas las noches hacia eso, se levantaba con cuidado de no despertar al bicolor cada 20 o 30 minutos para ver qué sus bebés estuvieran perfectamente. A veces se levantaba incluso cada 15 minutos.

Al llegar a las cunas el bicolor miro a sus bebés dormir, se veían tan tranquilos y lindos.. su corazón iba a explotar de ternura.

— Te ayudaré a que te sientas mejor, Sho. —

El cenizo dejo un pequeño beso en el cabello de su Sho, quien río bajito ante ello.

— Gracias Kats, te amo mucho. —

Ambos se abrazaron con cariño, después de tres largas semanas el bicolor por fin estaba sintiéndose mejor consigo mismo.

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Ya estamos llegando al final de esta historia -Cry-.