Quinto mes I/III

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— ¡No hagas fuerzas Shoto!

Mitsuki lo regaño y el simplemente siguió caminando con las cosas de sus futuros bebés, quería mucho a su tía Mitsuki, pero estaba siendo igual de sobreprotectora que su Kats, y sus padres.. y hermanos, y cuñadas, incluso sus hermanos pequeños estaban siendo muy sobreprotectores con el, ¡Hasta Tomura que estaba a nada de dar a luz!

El entendía que estaba embarazado de cuatro, incluso su vientre estaba más grande que el Tomura que ya tenía nueve meses y estaba a nada de dar a luz. Pero se negaba rotundamente a estar todo el día en cama.

Hoy estaban cuidándolo Mitsuki y su madre, y ambas estaban muy sobreprotectoras.

— Hijo, déjame ayudarte. —

Mencionó su madre con una pequeña sonrisa, quitándole las ropitas de su pequeña de las manos para luego dirigirse a las habitaciones. Soltó un pequeño suspiro, yendo a la cocina para tomar alguna fruta.

— ¡Yo te ayudo! —

Mencionó la ceniza mayor con una gran sonrisa, tomó varias frutas y comenzó a lavarlas para después picarlas. Ya estaba comenzando a sentirse frustrado.. y algo inútil.

Llevó sus manos a su vientre, acarciandolo con suavidad mientras se dirigía a su habitación. Abrió el clóset dispuesto a cambiar las sábanas de la cama que compartía con el amor de su vida, pero llegaron amabas mujeres y lo hicieron sentarse en uno de los sofás que había en la habitación mientras la ceniza le dejaba la fruta perfectamente cortada y en pequeños cuadros junto con un vaso lleno de jugo de naranja natural y sus vitaminas.

Iba a protestar, pero ambas ya estaban acomodando la cama.

— Podía hacerlo yo. —

Mencionó con su típica cara neutral, pero por dentro el sentimiento de inutilidad lo invadía.

Gracias a su "retiro" momentáneo Katsuki y Deku estaban más ocupados, al igual que el resto de los cinco mejores.

— No puedes tener movimientos muy bruscos cariño. —

Mencionó su madre con su típica tranquilidad mientras doblaba las sábanas.

Ese era su día a día, TODOS los días venía alguien a cuidarlo de su familia, los primeros días era lindo que todos se preocuparan tanto por el, pero ya había pasado un mes y su frustración y inutilidad ya estaban en su límite.

— Pero.. yo podía hacerlo, cambiar las sábanas de la cama no es pelear contra un villano. —

— Pero es diferente, ahora estás embarazado y puede ser riesgoso para ti cualquier movimiento, recuerda que estás esperando cuatro cachorros, Sho. —

— Lo se, pero créanme que puedo caminar hasta la habitación de mi pequeña y guardar su ropa. —

— Te podías cansar. —

— ¡No era un viaje de siete horas! —

Ambas lo voltearon a ver sorprendidas cuando elevo el tono de voz, y el rápidamente se sintió avergonzado y arrepentido.

— L-lo siento.. no quería hablar alto.. —

Se levantó del sofá dejando las frutas intactas, solamente se había tomado las vitaminas y salió de la habitación para sentarse en la sala, su cachorro rápidamente se acostó sobre su regazo.

Se escandalizó un poco al escuchar la puerta de la casa abrirse, ya había llegado Katsuki.

— ¿Que tienes amor? —

Mencionó Katsuki yendo directamente a la sala, había sentido desde hace rato diversas emociones malas de su Sho, pero ahora estaban más fuertes que antes.

— ¿Cómo te fue? —

Mencionó evitando su pregunta, no quería hacer un escándalo por algo.. tonto.

— ¿Qué tienes? —

Vio como el cenizo se sentaba frente a el en el piso, mirándolo con preocupación, soltó un pequeño suspiro, esos ojos rojos siempre le ganaban.

— Me siento inútil... N-no puedo hacer nada, por mi culpa ahora tienen más trabajo, estoy molestando a todos nuestros familiares para que vengan a cuidarme y.. ni siquiera puedo ir a guardar la ropa de nuestros bebés en sus habitaciones. —

Su voz salía algo temblorosa, había desviado la mirada.

Estaba confundido, nunca había estado tanto tiempo de su vida sin hacer nada... Desde que era pequeño tenía entrenamientos demasiado fuertes para ser el mejor, después en su adolescencia entreno y estudio para ser un héroe, apenas se graduó ejerció y entro en el top cinco, siendo uno de los heroes más solicitados y con más trabajo... Y ahora no podía ni acomodar la cama, simplemente se sentía inservible.

— Amor.. entiendo como debes sentirte, busquemos una solución, ¿Si..? —

Shoto asintió levemente, sintiendo como Katsuki le acariciaba las piernas para intentar que se calmara un poco.

— Bien, con el trabajo no podemos hacer nada corazón.. sabes que tus poderes se anularon y de igual forma el trabajo de héroe es muy brusco como para que lo hagas. No estás molestando a nadie de la familia, ellos se ofrecen para ayudar, así que no estás molestando a nadie... Se que puedes quedarte solo en casa, y si eso quieres podemos buscar una forma. —

El cenizo si estaba preocupado de dejarlo solo todo el día en la casa, pero también sabía que cualquier cosa que pasara Shoto lo llamaría y buscaría mil y un formas de hacer algo.

— Y con la ropita de nuestros bebés.. ¿Por qué no podías acomodarla..? —

— Porque nosotras no lo dejamos.. —

Las madres de ambos salieron más que avergonzada de la habitación, en ese momento fue que se dieron cuenta de que estaban siendo MUY sobreprotectoras.

— Lo sentimos Sho.. tal vez si nos pasamos un poco. —

— No queríamos hacerte sentir mal.. —

Shoto las miro un momento para después sonreírles de forma leve.

— No nos molestas, a nadie.. si venimos a cuidarte es porque queremos hacerlo... Prometemos no ser tan sobreprotectoras de ahora en adelante. —

— Cierto, cierto. —

Se sentía algo más tranquilo que antes, volteo a ver a su alfa, esperando que esté dijera lo mismo o lago parecido, este noto la mirada de el bicolor sobre el y negó con el ceño fruncido.

— Ni lo pienses, yo te cuidaré hasta del aire hasta que me muera. —

•¿Shoto está embarazado? • [Bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora