Tres.

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— ¡Hay un mocoso que tiene el cabello castaño como mi padre!, Eso sí que sorprendió. —

Mencionó el cenizo con una sonrisa de oreja a oreja, estaba feliz en ese momento, era inevitable no estarlo. Sus hijos acababan de nacer y su Shoto estaba bien, estaba que se ponía a gritar de la felicidad.

Mientras Shoto, estaba feliz, y bastante, pero inquieto porque no tenía a sus cachorros cerca, los quería cerca.

Iba a agregar algo a la conversación, pero de repente la puerta de su habitación de hospital se abrió, dejando ver a dos enfermeras entrando de primeras con dos cunas grandes. Shoto se incorporó rápidamente, soltando un pequeño quejido de dolor ante eso que alertó a su alpha y rápidamente lo ayudo a sentarse mejor, pero poco o nada le preocupaba su salud, quería verlos. Después de las enfermeras entro el doctor que lo había ayudado con la cesárea y el ginecólogo.

— Señor Bakugo y Todoroki. Sus pequeños están fuera de peligro, aún tendrán que estar unos dos días más aquí para asegurarnos, pero están bien. —

El doctor le hizo una seña a las enfermeras y estás rápidamente se acercaron a la pareja con las cunas, todos estaban ahí, sus familiares y los doctores que habían estado con ellos para ver ese momento, el momento en que Shoto los viera y ambos los cargarán por primera vez.

La enfermera cargo con cuidado a la pequeña que tenía el cabello mitad rojo y cenizo, dejándola en los brazos de el alpha. Esta, que estaba dormida, se despertó al sentir las feromonas de sus padres y río levemente. Algo que hizo que ambos padres soltaran pequeñas lágrimas.

La otra enfermera cargo con cuidado a la pequeña copia de el cenizo, quien estaba muy inquieto y llorón, pero apenas lo pusieron en los brazos de el bicolor dejo de llorar y lo miro con sus grandes ojos rojos, pocos segundos paso y el pequeño ya estaba luchando para no quedarse dormido en los brazos de el bicolor, quien miraba con adoración a sus cuatro pequeños.

— Definitivamente Shoto tiene un truco para calmar a los Bakugo. —

Mencionó el peliblanco mayor con una risa burlona. Ahí estaban todos, mirando a la pareja y a los bebés con una gran sonrisa, las madres de ambos estaban llorando, al igual que casi todos excepto la pequeña hija de Tomura y Toya, quien dormía tranquilamente en los brazos de su papá alpha.

El bicolor le hizo una seña a su padre y a la ceniza para que se acercarán. El cenizo le dejo en brazos a su pequeña y única hija a el Todoroki mayor, quien se puso a llorar más que antes, y Shoto dejo en brazos a su pequeño en brazos de Mitsuki, quien miraba enternecida a ese pequeño bebé en sus brazos, mirando así a su pequeño Katsuki, sintiendo mucha nostalgia, provocándole más lágrimas.

La enfermera tomo esta vez con cuidado a el peliblanco y lo dejo en los brazos de Shoto, este apenas estuvo en los brazos de su papá sonrió levemente, algo que casi hace que el corazón de el bicolor saliera de su pecho.

Mientras que la otra enfermera dejo en brazos de el alpha a el pequeño de cabellos castaños, quien al estar en los brazos de su padre alpha se quedó completamente dormido.

Después de algunos minutos de estarlos cargando el cenizo le hizo señas a la madre de el bicolor y a su padre, estos se acercaron con cautela y calma, típico de ellos. El cenizo dejo en los brazos de el alpha castaño a su pequeño. Este prácticamente era un mar de llanto, ¡Por fin había un pequeño que se parecía a el!

El bicolor miro con cariño a su madre, para después dejar a su pequeño en los brazos de esta. Quién al tenerlo en brazos sintió una oleada de completa nostalgia, soltando una pequeña risa tierna mientras más lágrimas caían por sus mejillas.

— Los felicito, jóvenes. —

— M..muchas gracias. —

Mencionó el bicolor con la voz rota por el llanto, producto de la felicidad. Estaba en los brazos de su alpha, quien lo abrazaba con total cariño y amor.

Ya habían nacido los hijos de el matrimonio Bakugo Todoroki.

•¿Shoto está embarazado? • [Bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora