Capítulo 31

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Pov Daniela

Recibí un mensaje de Poché pidiendo que fuera al gimnasio.

Abrí la puerta del gimnasio y vi que estaba vacío, escuché un fuerte ruido que provenía del cuarto de material. Me acerqué abrí la puerta y vi que dentro estaba ella.

Calle: ¡Hey! ¿Necesitabas algo? -dije para llamar su atención.

Poché: Ven, necesito besarte.

Calle: ¡Uh! Que directa -reí.

Me rodeó con sus brazos y apoyé los míos sobre sus hombros abrazándola, hizo el trayecto hasta mi boca, pero antes de juntar nuestros labios se detuvo.

Poché: Debería haber tenido más tacto, ¿no?

Calle: Para nada -fui yo quien tiré de ella y la besé- ¿Castigada?

Poché: Sí.

No me sorprendió su respuesta.

Calle: ¿Y yo soy tu castigo?

Poché: No, tú haces que el castigo sea mejor.

No creo que lo haya dicho en serio pero esas palabras hicieron que mi corazón se derritiera.

Calle: Entiendo -dije intentando sonar tranquila.

Poché: Dani -dijo pegándome más a ella- Tengo algo que te pertenece ―la miré confundida.

Calle: ¿Ah sí? ¿el que?

Poché: Esto -se acercó a mí y me besó-. ¿Mejor? -preguntó al separarnos.

Calle: Mejor, ¿qué?

Poché: Mi forma de pedir tus besos -dijo dulcemente, mordí mi labio inferior para evitar abalanzarme sobre ella después de oír sus palabras.

Y sí mucho mejor, más "romántico" sí que era pero no estaba segura de sí decirlo en alto, estoy segura de que con todas usa los mismos trucos.

Calle: Sí, creo -dije intentando no parecer nerviosa.

Poché: ¿Crees? -dijo con falsa indignación en su voz y con una sonrisa en la cara.

Esa sonrisa que quería que nunca se borrara de su cara, esa misma sonrisa que yo le provocaba y esa misma que hacía que mi corazón se descontrolase.

Calle: Vale, tengo que admitir que es mejor pero ahora cállate, se supone que a ti no te gusta hablar.

Poché: Vale, ya me callo -se giró, agarró una pelota de baloncesto y empezó a hincharla. Mi cara cambió totalmente, ella se dio cuenta y rió-. Estoy de broma, ven aquí -volvió a rodearme con sus brazos y me besó otra vez. Intensificamos el beso, íbamos caminando para apoyarnos contra la pared, pero acabamos chocando con los palos de hockey- ¡Ala! ¡Torpes! -dijo riendo sobre mis labios cuando cayeron todos al suelo.

Nos separamos rápidamente al oír la puerta.

Pov María José

Se abrió la puerta del almacén, eran Amalia y Mariana. Suerte que Daniela y yo nos separamos antes de tiempo, hubiese sido un tanto incómoda la situación.

Poché: Hola -dije tranquilamente.

Amalia: ¿Qué ha pasado?

Poché: Nada -dije igual de tranquila.

Amalia: Veníamos a verte y hemos oído un fuerte ruido.

¿Y ahora que invento yo para que se crean el teatro? Me quedé callada sin saber que responder.

Cuestión de Tiempo | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora