Capítulo 52

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Pov Daniela

Sonó la alarma del despertador de Poché, cuando fui a apagarla noté un peso sobre mí que me dificultó estirar la mano para darle al botón que hiciera que el cacharro dejara de sonar.

Calle: Pero ¿qué...? -abrí los ojos y apagué el despertador-. Poché, ¿qué haces aquí? -sonreí, al final si durmió conmigo. No obtuve respuesta—. Hey, despierta -dije dulcemente. Nada-. Poché, es hora de levantarse -la moví un poco, tampoco obtuve respuesta, me iba a levantar, pero me abrazo más fuerte impidiendo que saliera de la cama soltó un gruñido, reí—. Llegaremos tarde a clase... -se quejó, pero por fin abrió los ojos.

Poché: Hola -dijo somnolienta, su voz sonaba rasposa y sexy. Apoyó su barbilla en mi pecho y me miró sonriente.

Calle: ¿Qué haces aquí?

Poché: Es mi cama... -hizo una pausa y después continuó hablando- Me desperté por la noche y no pude evitar meterme en la cama junto a ti.

Calle: Sabía que al final cederías... Pero como te dije anoche; no te acostumbres, no dormirás todos los días conmigo -se alzó un poco para besarme; después se quitó de encima de mí y se tumbó a mi lado mirando mis ojos.

Poché: Dani, ¿qué tiene de malo que duerma contigo? No es como si te estuviera pidiendo matrimonio o algo parecido... -no contesté- ¿Esto tiene que ver con lo de ir despacio? —preguntó-. Explícame de nuevo por qué quieres que vayamos despacio y como de despacio quieres que vayamos, es que no entiendo mucho el concepto...

Calle: Como te dije... -respiré hondo- Ten... tengo miedo -me miró confusa.

Poché: ¿De qué, pequeña? -agarró mi barbilla para que la mirara.

Calle: De que... Si... mmm... Ahora... Ahora vivimos juntas, ¿no? Nos pasamos la mayor parte del día juntas... Tengo miedo de... -no sabía muy bien cómo explicarme- Por ejemplo, hoy dormiste conmigo, imagina que mañana también, y la noche siguiente también, y la siguiente noche. ¿Cómo te digo que no sin que te enfades? Tengo miedo de que esto dure poco, o que se haga monótono, que te aburras de mí y me dejes o de que comiences a odiarme de nuevo. Eso no podría soportarlo...

Poché: Hey, yo nunca haría eso... Y entiendo tu miedo, a mí también me asusta esto, pero no tienes por qué preocuparte... Tú puedes pedirme o decirme lo que sea, puedes confiar en mí, que ahora estamos juntas -sonrió-. Awww estamos juntas, que bonito suena, ¿no? -me besó-. Vale, perdón que me voy del tema, bueno eso... El hecho de que estemos intentando que lo nuestro vaya a alguna parte no quiere decir que tu tengas que hacer todo para contentarme. Yo no me voy a enfadar porque tú me digas que un día no quieres que duerma contigo o cualquiera cosa así, tu opinión, lo que tú quieres también cuenta y sé que cada una necesita su espacio.

Calle: Pero... ¿y si no estamos de acuerdo en algo?

Poché: Es obvio que no vamos a estar de acuerdo en todo. Tú eres Calle y yo Garzón, nuestras opiniones suelen ser contrarias -rió.

Calle: ¿Y si esto no funciona?

Poché: ¿Y si esto sí funciona? Mira, yo te prometo que pondré todo de mi parte para que así sea -me tranquilizó y acarició mi mejilla-. A ver si lo he entendido, tú quieres que empecemos una relación normal, ¿no? ¿Quieres que pasemos por todas las fases? -asentí- Vale, la fase de odiarnos la tachamos de la lista, la de tener sexo esporádico también...

Calle: ¡Poché!

Poché: ¿Qué? Esas son cosas que hemos hecho... ¿Ahora que vendría? ¿Conquistarte? -reí.

Cuestión de Tiempo | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora