Capítulo 38

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Pov María José

Poché: Juli, tu madre nos va a regañar cuando vea todo esto -dije riendo. A la pequeña Calle no le importó mi advertencia y volvió a mancharme la cara con el pincel.

Lo que había empezado como "Poché ayudando a Juli con su trabajo de dibujo" terminó siendo una batalla de pintura.

Menos mal que estábamos en el jardín y no manchamos nada, salvo nuestras ropa y cabello.

Mafe: ¿Se puede saber que hacen en el suelo? - preguntó Mafe, su hija paró de intentar mancharme con pintura roja y se levantó de encima de mí para ir a abrazar a su madre-. Ehh -dio un paso hacia atrás. Pequeño monstruito lleno de pintura, atrás -la pequeña rió junto a Mafe.

Juliana: ¡MAMI! -fue a abrazarla de nuevo.

Mafe: ¡No! -la pequeña consiguió darle un beso dejando algo de pintura en la mejilla de Mafe-. Hola Poché -me saludó-. ¿Qué es todo esto?

Poché: Estábamos jugando.

Mafe: Sí, eso puedo verlo -dijo riendo.

Poché: Bueno es hora de irme -dije.

Mafe: No, Poché, te iba a pedir que si por favor pudieras quedarte durante unas horas más. Sé que tendrás que estudiar o hacer cosas, pero dentro de unas horas Germán y yo nos vamos a una cena y no sé si Dani habrá llegado cuando nosotros nos vayamos -pensé un poco la respuesta-. Obvio que te pagaré las horas extras.

Poché: No, -la mujer iba a responder, pero me adelanté- no hace falta que me pagues nada, yo me quedo, no te preocupes.

Mafe: Insisto, te pagaré -levanté los hombros en modo de aceptación-. Cuando venga Dani puedes irte -asentí.

Juliana: ¡No! Poché, quédate a cenar conmigo -me pidió.

Las Calle tienen ese poder sobre mí, no hay forma que pueda decirle a ninguna que no, menos mal que sólo son dos. Bueno y Mafe, pero Mafe no cuenta, es mi jefa a ella no puedo decirle que no.

Mafe: Juli, Poché tendrá que irse, tú te quedas con Dani -la pequeña puso cara triste.

Poché: Claro que me quedaré princesa -Mafe me miró como preguntando ¿en serio? Y asentí.

Juliana: Mami, ¿quieres jugar con nosotras a tirarnos pintura?

Mafe: No hija, seguid jugando vosotras, yo voy dentro a preparar algo de cenar y a arreglarme.

Poché: Tranquila, yo le haré algo de cenar y a Dani... a Daniela también.

Mafe: Muchas gracias, Poché, eres un amor -poco después entró mientras yo seguía jugando con Juli.

La verdad este trabajo era genial, me pagaban por estar jugando con ella.

Cuando llegó Germán y nos vio a las dos convertidas en arcoíris andantes no dudo en reírse de nosotras; al igual que su mujer tampoco quiso jugar, pero no porque no tenía ganas sino porque no tenía tiempo, debía arreglarse para salir, pero le prometió a Juli que algún día ellos tendrían una pelea de pintura como la nuestra.

Antes de que los señores Calle salieran me dejaron las indicaciones, los números de teléfono y todo lo que necesitaba para cuando ellos no estuvieran y Mafe volvió a insistir y me pagó más.

Poché: Muy bien, ¿alguna cosa más? -le dije a Mafe.

Mafe: Sí, se me dan una ducha ambas y no tocan ningún mueble hasta que se hayan quitado toda esa pintura ¿entendido? -las dos asentimos-. Poché te he dejado ropa limpia en la cama de Daniela, espero que no te importe usar su ropa, -negué-. Puedes ducharte en su baño.

Cuestión de Tiempo | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora