Pov Daniela
Llevaba ya un año viviendo en Colombia. Decidí venirme aquí después de graduarme para dejar atrás un poco los demonios de Miami, alejarme de lo que me ocurrió.
A mis padres les costó un poco aceptarlo, pero al final cedieron gracias a mi insistencia y la recomendación de Finn, él les dijo que cambiar de aires me vendría bien.
Vivía en casa de mis abuelos y la verdad me gustaba estar aquí. La universidad a la que iba no estaba mal, empecé a estudiar filología hispánica e hice unos cuantos amigos.
No conseguí estar con nadie, no estaba preparada para una relación. Tampoco es que buscara entrar en una; sinceramente no sé si conseguí no estar más enamorada de María José, pero si pensaba menos en ella. No sabía que era de su vida, aunque he de confesar que había veces que stalkeaba sus redes sociales. No es que la buscara a propósito, era Mari que subía fotos junto a ella y la mencionaba pues que iba a hacer yo, ¿no mirar?
Seguía yendo al psicólogo aquí en Colombia, me encontraba mejor, pero tenía mis momentos de altibajos.
Mi padre venia cada semana a verme, el viernes agarraba su jet e iba a casa de sus padres para pasar el fin de semana conmigo, algunas veces también venían mi madre y Juli, pero no siempre.
Ohhh, sí, se me olvidaba mencionar que también adopté un perrito al que llamé Ramón.
Después de casi trece meses aquí estaba empezando a extrañar a Miami.
Un martes, de verano, mientras estaba en el comedor viendo videos en YouTube me llegó una llamada de Mariana vía Skype.
Mariana: ¡Hey Mari! -saludé cuando vi la imagen de mi mejor amiga.
Mariana: ¡¡Daniiiiiii!! -gritó.
X: ¿Quién es esa cacatúa? -dijo mi abuela en español cuando escucho a Mariana.
Calle: Nada, abuela, una amiga -hablé en el mismo idioma, agarré el portátil y me metí en mi habitación para no molestar a mis abuelos que veían la novela.
Mari y yo nos pusimos al día de todo, aunque hablábamos todas las semanas Mari siempre mostraba interés en cómo estaba yo, en cómo me encontraba, cual era mi estado de ánimo y esas cosas, parecía mi segunda psicóloga. Después de darle un informe detallado de cómo había ido mi semana, me contó cómo le iban las cosas por nuestras tierras.
Mariana: ¿Y pensaste lo que te dije?
Calle: Sí, un poco, pero no me decidí. No sé si estoy lista para volver de nuevo, los extraño mucho y necesito tenerlos cerca, tanto a mis padres como a Juli y a ti, pero no sé...
Mariana: Vamos Dani, ha pasado un año, haz tus maletas y trae ese culo colombiano -americano a Miami -reí por lo que dijo.
Calle: No estoy segura.
Mariana: Vamos, así estudiaras conmigo, bueno no conmigo, pero si podrías venir a la residencia y vivir ahí, es divertido... Además, podrías seguir tus estudios aquí. Apuesto que está universidad es mejor que a la que vas tú... Dani, por fa.
***
Al final Mariana y mi madre me convencieron de volver, pasé un buen año en Colombia, pero era momento de empezar de nuevo.
Y ahí estaba yo delante de la puerta que daba a mi nuevo hogar, mi nueva casa, mi nuevo comienzo. Una habitación, que todavía no sabía cuán grande era, sólo sabía que tenía que compartirla con alguien, eso me dijeron cuando me inscribí. La verdad estaba bastante bien lo de la residencia, estaba a diez minutos de la universidad andando y no tendría que venir desde mi casa que eran casi dos horas de trayecto en coche.
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Cuestión de Tiempo | Caché
FanfictionCalle y Poché se odian. ¿Por qué? Demasiadas diferencias entre ambas... Diferente clase social, diferente manera de pensar, diferentes prioridades en la vida y diferente círculo de amigos. Un viaje a Nueva York con el instituto lo cambiará todo. Só...