A principios de diciembre, Furuta intentó llamar a la policía. Sin embargo, fue descubierta por Miyano antes de que pudiera decir algo. Cuando la policía volvió a llamar, Miyano les informó que la llamada de emergencia fue un error. Como castigo por contactar a las autoridades, los atacantes de Furuta rociaron sus piernas y pies con líquido de encendedor y les prendieron fuego. También empujaron una botella grande en su ano, causándole un sangrado severo y según los informes, tuvo convulsiones. Durante su juicio,declararon que pensaban que estaba fingiendo un ataque epiléptico, por lo que le prendieron fuego nuevamente. Sobrevivió a estas heridas y continuó siendo violada y torturada. Se informó que Furuta le pidió a sus captores en múltiples ocasiones que la "mataran y acabaran con esto", pero se negaron. En cambio, la obligaron a dormir afuera en el balcón en pleno invierno y la encerraron varias horas en un congelador.
Uno de los secuestradores le dijo a la corte que sus manos y piernas estaban tan dañadas que le llevaba más de una hora arrastrarse escaleras abajo al baño. Debido a la gravedad de la tortura, finalmente perdió el control de la vejiga y el de sus esfínteres por lo que posteriormente fue golpeada por ensuciar las alfombras. Tampoco podía beber agua ni consumir alimentos ya que vomitaba después de cada intento, por lo cual recibió más palizas.
La brutalidad de los ataques alteró drásticamente la apariencia de Furuta. Su cara estaba tan hinchada que era difícil distinguir sus rasgos. Su cuerpo también estaba severamente lisiado, emitiendo un olor a putrefacción, lo que causó que los cuatro jóvenes perdieran interés sexual en ella. Como resultado, los jóvenes secuestraron y violaron en grupo a una joven de 19 años que, como Furuta, se dirigía a su casa del trabajo.
El 4 de enero de 1989, Junko fue retada a jugar al mahjong. Después de perder en el juego, Hiroshi Miyano decidió desahogar su ira contra Furuta. En este punto, apenas estaba viva. Debido a la frustración, los muchachos la golpearon con una barra de hierro, la patearon y golpearon, y colocaron dos velas cortas sobre sus párpados, quemándolos con la cera caliente.
La pusieron de pie y le golpearon los pies con un palo. En este punto, ella cayó sobre una unidad estéreo y colapsó en un ataque de convulsiones. Como estaba sangrando profusamente y el pus emergía de sus quemaduras infectadas, los cuatro muchachos se cubrieron las manos con bolsas de plástico, que cerraron con cinta adhesiva en sus muñecas. Así continuaron golpeándola y dejaron caer una mancuerna de ejercicios de hierro sobre su estómago varias veces. Le vertieron líquido para encendedor sobre los muslos, los brazos, la cara y el estómago y una vez más le prendieron fuego. Furuta supuestamente hizo intentos de apagar el fuego, pero gradualmente dejó de responder. Según los informes, el ataque duró dos horas. Furuta finalmente sucumbió a sus heridas y murió ese día.
Menos de un día después de su muerte, el hermano de Minato lo llamó para decirle que Furuta parecía estar muerta. Temerosos de ser condenados por asesinato, el grupo envolvió el cadáver en mantas y lo metió en una bolsa de viaje. Luego pusieron su cuerpo en un bidón metálico de 208 litros y lo llenaron con cemento fresco. Alrededor de las 8:00 p. m., cargaron y finalmente depositaron el bidón en una zona donde la gente solía abandonar basura y electrodomésticos viejos en Kōtō, Tokio.
El 23 de enero de 1989, Hiroshi Miyano y Jō Ogura fueron arrestados por la violación en grupo de la joven de 19 años que habían secuestrado en diciembre. El 29 de marzo, dos agentes de policía fueron a interrogarlos, ya que se había encontrado ropa interior femenina en sus direcciones. Durante el interrogatorio, uno de los oficiales llevó a Miyano a creer que la policía estaba al tanto de un asesinato cometido por él. Pensando que Jō Ogura había confesado los crímenes contra Furuta, Miyano le dijo a la policía dónde encontrar el cuerpo de Furuta. La policía quedó inicialmente perpleja por la confesión, ya que se referían al asesinato de una mujer diferente y su hijo de siete años que ocurrió nueve días antes del secuestro de Furuta. Ese caso sigue sin resolverse hasta el día de hoy.
La policía encontró el bidón que contenía el cuerpo de Furuta al día siguiente. Fue identificada a través de las huellas dactilares. El 1 de abril de 1989, Jō Ogura fue arrestado por una agresión sexual por separado y posteriormente arrestado de nuevo por el asesinato de Furuta. A esto le siguió la detención de Watanabe, Minato y el hermano de Minato. Se identificó formalmente a otros cómplices que participaron en el abuso de Furuta, entre los que estaban Tetsuo Nakamura y Koichi Ihara, que fueron acusados de violación después de que se encontrara su ADN en el cuerpo de la víctima y dentro de él.
JUICIO
-A pesar de la brutalidad impactante de sus crímenes, la identidad de los jóvenes fue ocultada por la corte penal ya que todos eran considerados menores en el momento del crimen. La revista Shukan Bunshun reveló los nombres de los cuatro torturadores, indicando que "dada la gravedad del delito no merecían que se respetase su derecho . Los cuatro muchachos se declararon culpables de "cometer lesiones corporales que resultaron en la muerte de la chica, en lugar del asesino.
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Cuentos de la Medianoche
Paranormal"Historias de Terror y Relatos Escalofriantes" es un espacio para los fanáticos de lo sobrenatural y el suspenso, donde compartimos historias aterradoras que te pondrán la piel de gallina. Desde encuentros paranormales hasta sucesos inexplicables, a...