No estamos sólos

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En un pueblo apartado, se contaba la leyenda de un viejo faro en lo alto de un acantilado. Se decía que, durante las noches de luna llena, se escuchaban lamentos provenientes de su interior. Un grupo de amigos decidió investigar. Al llegar, encontraron la puerta entreabierta y una escalera que descendía a la oscuridad. Al adentrarse, descubrieron una habitación llena de antiguos diarios y un diabólico símbolo grabado en el suelo. De repente, las puertas se cerraron, dejándolos atrapados con la escalofriante certeza de que no estaban solos.

Cuentos de la MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora