Parte 28

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Daemon: Vamos, Naranjita, responde por favor...

Criston: Tranquilo, el maestre dijo sólo es que no reconoce aún tus feromonas 😊.

Daemon: ¡Pero dejar que Harwin deba usar sus feromonas en mi propio hijo es inaceptable! 😕😖 ¡¿Por qué mi hijo no me quiere?!

Criston: Se acostumbrará... Ay, duele mucho. Ojalá fuera temporada de naranjas... ¿Dónde está Harwin?

Daemon: Quién sabe 🙄, quizá volvió a Harrenhall 😆.

Criston: Qué raro, no lo he visto en toda el día “Trata de ponerse en pie” Siete, estos vestidos de seda son terribles, ¿Quién puede caminar con esto?! 😖

Daemon: Ya quítate esto, no hace falta sigas las reglas.

Criston: Espe-

Daemon lo interrumpe rasgando el vestido, y el omega se encoge de hombros abrazando sus hombros. El príncipe besa su cuello, dándose cuenta la marca casi desaparecía, pronto tendría que volver a marcarlo. Para entonces, quizás ya estén casados.

Tocó la pequeña barriguita donde crecía su hijo, y posó sus labios allí, bajando más. Criston se retorció sintiendo la lengua ahí abajo, pensando cómo podía reaccionar tan bien su cuerpo cuando aún sentía su piel desgarrarse por dentro.

Luego de terminar se quedó dormido y buscó al otro lado de la cama a Daemon pero la halló vacía. Suspiró resignado, y volvió a vestirse con sus pantalones y camisas, olvidando los vestidos de seda.

Los susurros a su alrededor volvieron pero no estaba de humor para escucharlos. Si no tenía ninguna de sus armas ahora, usaría algunas prestada para entrenar un rato y distraerse del dolor. Con cada paso, sus paredes se sentían igual que si alguien las desgarrara con una navaja ardiendo, pero no estaba acostumbrado a permanecer en cama. Sus huesos empezaban a crujir por la falta de entrenamiento, y las naranjas en el reino estaban escasas por la temporada.

Harwin: ¿Quieres una? Escuché lo que pasa, sobre ya sabes “Estiró una espada en su dirección, hablando sobre los comentarios malintencionados en torno al omega”

Criston: Gracias. ¿Dónde estabas? ¿Tuviste una emergencia en Harrenhall? ¿Verdad?

Harwin: Mejor no hablemos de eso 😅 (¿Cómo le cuento ayer desperté y mi cama estaba al borde de un barranco?)

Criston: Pero si te estado molestando mucho 😔...

Harwin: No es nada, Criston 😊. Haría esto mil veces más por tí.

El Omega sonrió ampliamente sintiéndose más relajado, y Harwin empezó a usar sus feromonas. En poco tiempo los malestares desaparecieron y Criston se llenó de euforia.

Criston: ¡Tengamos un duelo! ¡Hace semanas no tengo un entrenamiento decente! 😆

Harwin: Sé cuánto amas esto, pero puede ser peligroso en tu estado 🥺.

Criston: Sólo intercambiar unos movimientos lentos, ¿Sí? ¡Por favor!

Harwin: Pero nada muy arriesgado.

Criston asintió levantando el arma felizmente. El alfa se alegró de volver a verlo de buen humor, en los últimos días de no había podido casi dormir aprendiendo a comportarse como demandaba un omega de la realeza, algo que claramente no le agradaba del todo.

Harwin: Si algún día estás cansado de todo y quieres estar libre un rato, puedes visitarme en Harrenhall 😀. En mi hogar los omegas pueden entrenar igual que los alfas.

Criston: ¡¿En serio?! 😳 ¡De verdad gracias!

Harwin: No tienes que agradecer nada, sólo quiero tu felicidad.

Criston: ¿“Mi felicidad”? 🤔 (Cierto, lady Alicent dijo siguiera mi corazón...

Quizá sí, quizá noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora