Parte 32

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Daemon tomó las manos de Criston, impidiéndole alejarse: ¡No te vayas!

Criston: Ya no soy un caballero, pero puedo valerme por mí mismo. Lo he hecho solo desde mi adolescencia 😔, aquí no me espera na-

Daemon interrumpió abrazándolo de improviso, colocando una mano alrededor de la cintura ajena y otra en el cabello del omega: Lo resolveré, te lo juro. Y mañana te mostraré algo increíble, Criston.

El omega contuvo la respiración al oír su nombre en los labios del alfa, sólo lo llamaba por así en lugar del cariñoso “Naranjita” cuando estaban en un momento serio o hacían el amor. La vez que Daemon lo salvó de otros alfas en su celo el día que se conocieron y lo protegió dejándolo seguro en su habitación, también lo llamó por su nombre mientras le pasaba la comida para que sobrellevara su celo en paz.

Criston nunca se había sentido seguro con un alfa aparte de Rhaenyra, por eso quedó aquella vez conmocionado viendo Daemon en lugar de aprovecharse estaba nublado por el celo decidió cubrir su nariz para controlar sus instintos de alfa, y cuidarlo.

Quizás de ahí comenzó a sentir algo por él, o luego con sus reuniones secretas constantes, pero siempre pensó si había alguien en quien podía confiar era Daemon aunque su moral le carcomiera por dentro.

Cerró los ojos y asintió, correspondiendo el abrazo.

Y entonces lo peor pasó.

Su mente inquieta empezó a maquinar esa misma escena, pero en su pensamiento el olor y la cara era la de Harwin.

No supo cómo reaccionar, paralizado. Daemon creyó su palidez eran los mareos y lo cargó en estilo nupcial hasta la habitación que compartían, y besó su frente antes de intentar dirigirse a la puerta.

Criston lo detiene apretando su muñeca derecha: Daemon, espera... 🥺

Daemon: Vendré en un momento “Besa los labios del omega, y coloca uno de sus pulgares sobre le mejilla derecha ajena, sonriendo” Estaré pronto de vuelta, y ya no tendrás que preocuparte.

Criston: ... No tardes.

El príncipe asintió, abandonando la habitación con un suspiro. Parecía necesitarían una lección la servidumbre, ¿Cómo se atrevían a murmurar cosas de su omega? ¡Imbéciles!

Pero con Rhaenys tardaría un poco en encargarse, y no podía dejar mucho a Criston. Si salía mal estarían en problemas, tampoco nadia más podía saber del embarazo oficialmente hasta la boda, entonces sabía sólo podía recurrir a una persona de completa confianza.

Detestaba tener que admitirlo, pero lo haría.

Daemon: ¿Estás allí?

Alicent se desconcierta al oírlo y no abre la puerta: ¿Qué quieres? 🤔.

Daemon: Necesitamos hablar.

Alicent: La última vez me secuestraste en un saco y abandonaste en Pentos 😒. Nyra me encontrará donde sea me dejes, no pierdas tu tiempo o Harwin acabará siendo quien ponga la nueva marca en el cuello de Criston. ¿Sabes en unas semanas ya no se verá y tendrás que hacerle una nueva?

Daemon: ¡Es sobre Criston! 🙄😠

Bien, en verdad ya estaba perdido dejando su orgullo y dignidad a un lado. Pero era por su omega.

La omega abrió la puerta y asomó a medias su rostro, confundida.

Alicent: ¿Está enfermo? ¿O...?

Daemon: Acabar con las ratas soplonas no fué suficiente, las paredes hablan y puedo limpiarlas, pero una princesa casada con un caballito de mar quiere vengarse y llevará su propio esfuerzo.

A pesar de su forma de hablar en código, Alicent logró entender luego de sopesarlo un rato, y sonrió con sus ojos brillando. Sabía también que Daemon rechazó a Laena como omega para quedarse con Criston, entonces deducir Rhaenys estaba molesta porque su hija no fuera correspondida en favor “de un simple omega plebeyo”.

Alicent: Para el alba estará durmiendo con los caballitos de mar en los siete infiernos 😈. Que los siete nos protejan.

Oh, si Viserys supiera lo que siguiera de una feliz cena familia sería un velorio moriría de un infarto. Daemon sabía su hermano se repondría, Viserys tardó en reponerse de la muerte de Aenma mientras traía a luz a Rhaenyra, pero al final pudo superar su único amor. Superar el fallecimiento accidental de su prima sería una picadura de mosquito en comparación.

Quizá sí, quizá noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora