Parte 44

172 12 0
                                    

Luego de eso no quedaban ánimos para seguir con los planes originales, Rhaenyra ordenó iban a volver a la capital y le insistió a Gaius regresara a Harrenhall tan pronto pudiera ponerse en pie. En otra circunstancia no se preocuparía tanto, pero pudo notar el cabello bicolor de forma sutil, y tuvo que ser firme.

El alfa, de hecho, sólo fingió ceder y planeaba quedarse para probarse en el puesto de caballería tan pronto pudiera moverse.

Mientras todos preparaban todo para irse Helaena fué a ver cómo estaba Gaius, y tuvo que sacar su duda: ¿Por qué dijo eras un bastardo? ¿No tenía otros insultos?

Daeron: Sí fué raro, Baela mencionó específicamente a la madre de Gaius y al tío Daemon 🤔.

Jacaerys trajo su caballo con una segunda montura, y se detuvo junto a Gaius: Seguramente ella sólo dijo lo primero que se le ocurrió. Una vez escuché decir a papá que el tío Daemon salvó a la madre de Gaius de ser abusado, debían ser buenos amigos. En la capital son muy pejuiciosos con la cercanía entre omegas y alfas, a veces insinúan no deberíamos ni hablarnos entre nosotros.

Gaius acomodó su pierna lastimada, gruñendo: Diablos, pero no perdono llamara como lo hizo a mi madre y además se atreviera mirar a Jace. ¡Si me la vuelvo a encontrar prometo arrancaré la lengua de esa imbécil!

Aemond concordó: Yo la sostengo 😈.

Jace ajustó la capa alrededor del cuello de Gaius, sonriendo: Mamá dice si no es rápido no tendrás tiempo borrar las pistas, sean eficientes.

Gaius: ¿Cómo estuve hoy? ¿Impresioné a alguna belleza como la que tengo en frente? 😏

Jacaerys: No, sólo me preocupaste 🤨. ¿Qué te hiciste en el cabello?

Gaius se desconcertó, llevando sus brazos hasta su melena: ¿Mi cabello? ¿Qué tiene? ¿Me despeiné?

El castaño se agachó junto al contrario, y apartó un mechón de cabello especialmente más claro, casi como el plateado del cabello de sus hermanos. Los otros tres se miraron entre ellos, sin entender el cambio extraño de la pigmentación natural de su amigo.

Gaius sólo cortó el mechón, bufando indiferente.

Sin embargo, no tuvieron tiempo deducir nada o reaccionar, pues escucharon a Daemon amenazando a Jason Lannister, quien parecía estar fingiendo vigilar a un grupo de su casa mientras los escuchaba, y luego el príncipe vino con un caballo que tenía doble montura.

Jacaerys: Tío, yo llevaré a Ga-

Daemon dijo cortante: No llevarás a nadie. Besa a quien quieras en los pasillos solitarios, pero en público mantén el decoro.

El regañado hizo un mohín, viendo raro de pronto el mayor les recordara insistentemente las reglas y costumbres siendo el que los motivaba a romperlas, a veces él discutía con Daemon sobre eso porque prefería seguir sus deberes y dedicarse a aprender sobre diplomacia. Fué Daemon quien le enseñó a Aemond usar una espada siendo omega, incluso, y sus madres permitían tuviera libertad.

Daemon no estaba de humor para discusiones y subió a Gaius al caballo.

Gaius preguntó curioso: ¿No tiene un dragón?

Daemon: Caraxes me seguirá donde sea.

La lealtad de un dragón no tenía comparación, y no podía darse el lujo de aterrizar con Gaius en el pozo dragón. El dragón dorado sue eclosionó del huevo que iba a dejarle a su hijo había pasado su vida intentando escapar, claramente sabiendo su jinete predestinado estaba lejos y quería establecer el vínculo. No dudaba intentaría acercarse a Gaius, y si reclamaba al dragón quedaría expuesta su identidad.

Quizá sí, quizá noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora