La mañana del martes se pasa volando. Primero tengo clase de ética y luego de historia del arte.
Para la tercer hora entro al salón de Nicholas. No me sentía contenta de volver a verlo pero, fiel a mis sospechas, tenemos una pequeña prueba sorpresa y eso me sirve de excusa para ocupar la mente en algo que no sea él o sus intimidantes ojos de dragón. No tengo demasiados problemas para contestar todas las preguntas y soy una de las primeras en entregar el examen.
-Aquí tiene, señor Kent -le digo cuando llego a su escritorio y le paso los papeles de la prueba.
-Nicholas -me corrige y chequea rápidamente mis respuestas-. Puede salir del salón. La veo el jueves, señorita Anderson.
Asiento con la cabeza después de tomar mi cartera y salgo del aula con una sonrisa en mi rostro. No había nada mejor que tener unos minutos libres para usarlos como yo quisiera.
-¡Charlotte!
Matt grita mi nombre apenas deja la clase de literatura y camina a grandes pasos por el pasillo hasta llegar a mi lado.
-¿Ya has entregado la prueba? -pregunto sorprendida.
-¿Creés que eres la única que puede terminar rápido?
Matt me observa con diversión y levanta una ceja.
-No has contestado todas las preguntas. ¿Verdad?
-Ni siquiera la mitad - responde con sinceridad y ambos sonreímos.
Empezamos a caminar juntos por el pasillo y muevo la cabeza con exasperación.
-Para el final del semestre vas a terminar antes que yo, te lo prometo.
-Sólo si me ayudas.
-Bueno... Ese es la idea...
-¿Ya presentaste el formulario de petición?
-Estoy en ello, tengo algunos puntos para desarrollar y aún no decido quién va a ser mi mentor académico.
-Tienes al profesor Kent.
Suelto un suspiro cansado. El sólo hecho de pensar en él ya me provoca dolor de cabeza.
-Es un buen candidato -trato de mentir de la manera más casual posible para no levantar sospechas-. Pero no lo conozco de nada y no sé si está bien capacitado para la tarea así que no voy a decidir algo tan importante hasta tener más seguridad sobre todas mis opciones.
-No te duermas con eso -me regaña y estira sus bíceps por detrás de su cabeza-. Tienes hasta el viernes para entregar todo.
-Gracias por recordármelo -respondo con un poco de recelo.
-Sólo me aseguro de que cumplas tu parte del trato.
-No tienes que preocuparte por eso. No hay otra persona que le importe la aprobación de mi tutoría más que a mí misma.
Doblamos hacia la izquierda y sin darnos cuenta seguimos caminando juntos hasta llegar a una de las puertas con salida al patio del campus. Un fuerte viento nos golpea desde el oeste y hace que nuestros cabellos bailen junto a las hojas caídas de los árboles que decoran la entrada de la universidad. Hay algún que otro estudiante deambulando por allí pero la mayoría se encuentra en los salones, estudiando.
-¿Quieres ir a mi habitación?
La voz de Matt me obliga a detenerme y levanto mi cabeza para verlo mejor. Me quedo unos segundos en silencio pero logro calmar mis nervios con más facilidad que la noche anterior, como si finalmente estuviera acostumbrándome a su manera de hablar.
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La Siguiente Lección
RomantikCharlotte es una joven que vive una vida universitaria tranquila junto a sus mejores amigas y compañeras de habitación. Su día se divide entre los estudios y un trabajo de medio tiempo como tutora de literatura inglesa en su universidad. Sin embarg...