Al día siguiente me despierto hecha un desastre. Mi cuerpo desnudo está cubierto en sudor y tengo a Matt durmiendo encima de mí como si fuera una cobija humana. Una de sus piernas está apoyada por encima de mis caderas, sus brazos me aprisionan la cintura con posesión y su pecho está pegado a mi espalda.
Intento moverme para levantarme pero el joven me aprieta más fuerte contra él y me deja una hilera de besos en el cuello.
-¿A dónde creés que vas? -pregunta con los ojos cerrados, aún adormecido.
-Debo volver a mi habitación.
-Es domingo -comenta y se pega un poco más a mí-. Quédate conmigo.
-No puedo, Matt -respondo disfrutando cada segundo de su compañía-. No tengo clases pero hay otras cosas que quiero hacer.
-¿Qué podría ser mejor que estar con tu novio?
Sonrío y me doy vuelta en la cama para tener su rostro frente al mío. Su piel brilla con una fina capa de sudor, sus cejas están relajadas y sus labios están entreabiertos. Parece un bebé durmiendo plácidamente y no puedo aguantarme las ganas de besar el lunar que tiene por debajo de su boca.
Matt abre los ojos con sorpresa y me mira con curiosidad.
-¿Qué fue eso?
-Siempre quise besar este lunar -le digo mientras apoyo mi dedo índice en aquel pequeño punto marrón tan adorable que tiene debajo de su labio inferior.
El joven me abraza con más fuerza y refunfuña con molestia.
-No vas a salirte con la tuya -responde de mal humor-. Te quedarás conmigo.
-Lo siento, no puedo -repito e intento levantarme, sin embargo Matt me abraza con fuerza.
-Debes tener una resaca de muerte por todo lo que bebiste ayer. No deberías levantarte tan rápido.
-¿Cómo sabes que bebí mucho?
-Porque estuve observándote todo el rato.
-¿Ah, si? -pregunto divertida y el joven asiente-. ¿Dónde estabas?
-Escondido -murmura sobre mi boca y me muerde el labio inferior.
-¿Cómo cuando me hiciste creer que estabas estudiando en tu habitación?
-Algo así...
Matt comienza a reírse y esconde su rostro en mi cuello mientras me pasa una de sus piernas por encima de mis caderas.
-El único motivo por el cual estaba en esa fiesta fue porque tenía un cabreo de los mil demonios. El equipo perdió por mi culpa y mi relación contigo no hacía más que empeorar. Así que me limité a emborracharme en algún rincón solitario mientras Brandon se divertía con tu amiga. Jamás imaginé que ibas a aparecer unas horas después para hacer exactamente lo mismo que yo.
-Entiendo -murmuro y le acaricio el cabello con dulzura-. Lamento que tuvieras que ver cómo me hundía en la autocompasión con alcohol.
-No digas eso. Estabas dolida y por las razones correctas. Pero de haberlo sabido con tiempo te hubiera invitado a beber conmigo para ahogar nuestras penas juntos.
-Y yo hubiera aceptado la invitación con gusto -digo y de pronto me siento triste-. Pero también tendría que haberle explicado a mis amigas nuestra repentina cercanía.
-¿Qué quieres decir con eso?
Me quedo unos segundos en silencio y
Matt me mira con preocupación.-¿Qué ocurre, Char?
Me libero de su abrazo y me siento en la cama.
-Tara y Lara no saben nada de ti.
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La Siguiente Lección
RomantikCharlotte es una joven que vive una vida universitaria tranquila junto a sus mejores amigas y compañeras de habitación. Su día se divide entre los estudios y un trabajo de medio tiempo como tutora de literatura inglesa en su universidad. Sin embarg...