Capítulo 20

227 27 86
                                    

Entro al despacho de Nicholas y tomo asiento frente a su escritorio. El profesor hace lo mismo y nos quedamos unos segundos en silencio mientras dejo que él estudie mi expresión.

-¿Te encuentras bien?

-No -respondo rápidamente.

-¿Ocurrió algo con…?

-Con Matt, nada -cierro los ojos y trato de tranquilizarme, no tiene sentido que me la agarre con él, al menos no con mis problemas de amistad-. ¿Podemos hablar de una vez?

Nicholas asiente y se acomoda en su asiento. De pronto todo ese mal humor que tuvo hoy temprano se esfuma y me observa con curiosidad.

-De acuerdo -me dice y juega con sus manos-. ¿Qué ocurrió el fin de semana? Ignoraste mis mensajes y cortaste cada llamada que intenté hacerte. Y hoy te veo de la mano con Benson. De verdad no lo entiendo.

-Nicholas, hace un par de horas te dije que la de las preguntas iba a ser yo y no pienso cambiar de parecer.

-Está bien -responde y levanta las manos, rendido-. Dispara.

Suelto un suspiro cansado. Sé que lo que voy a decir puede sonar muy directo pero no se me ocurre otra manera más simple de encarar el asunto.

-¿Hace cuánto estás saliendo con Gabriela?

El rostro del profesor cambia rápidamente de expresión.

-No sé de qué estás hablando, Charlotte.

-Vamos, Nicholas. Lo sé todo así que no te molestes en verme la cara de idiota. Es lo mínimo que me merezco.

No me contesta. Sólo se limita a evitar mi mirada inquisidora y eso no hace otra cosa más que molestarme.

-¡Contesta de una maldita vez! -exclamo mientras golpeo su escritorio con fuerza para que vuelva a mirarme.

Nicholas se muerde el labio y tensa los hombros, claramente incómodo por haberlo atrapado.

-Desde el año pasado.

Recuesto mi espalda en el respaldo de mi silla y me cruzo de brazos.

-Pero terminé con ella un poco antes de empezar a dar clases aquí.

-Eso es pura mierda y lo sabes.

-Charlotte...

-¿Terminaste con ella antes o después de que la transfirieran a esta universidad?

-Antes -responde y se rasca la cabeza-. Lo de la transferencia corrió por su cuenta y no lo supe hasta el primer día de clases.

-Dios mío, Nicholas...

Mis ojos se llenan de lágrimas y me muerdo el labio inferior para no llorar.

-Lo lamento, Charlotte.

-No -digo rápidamente y lo acuso con mi dedo índice-. No te atrevas a decir que lo sientes.

-Gabriela está obsesionada conmigo. Ésa fue una de las razones por las cuales necesitaba hablar con ella antes de salir contigo.

-¿Y por qué creés que está obsesionada contigo? -pregunto al borde de los nervios-. Es sólo una joven que se dejó manipular por alguien más grande que ella.

-No soy manipulador.

-¡Por supuesto que lo eres! Todo este tiempo me sentí horrible por estar acostándome contigo sabiendo que ponía tu carrera y mi beca en juego. Pero lo hice de todas maneras porque creía que sentías algo por mí.

-Y lo siento.

-No, no lo sientes. Y no intentes decirme palabras bonitas porque no va a funcionar. Sólo soy otra estudiante más en tu lista de conquistas. Me das asco.

La Siguiente LecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora