Capítulo 8. No estás solo.

106 21 54
                                    

Isabella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Isabella.

- ¿Y por qué decidiste venir desde tan lejos a estudiar aquí? -le pregunté a Tae, mientras regresábamos a mi departamento.

-Quería un cambio, Corea del Sur es precioso y todo lo demás, pero la libertad que tengo aquí no la cambiaría por nada.

-Al parecer llevas algún tiempo en Miami -afirmé.

-Así es, llevo alrededor de un año, terminé mi servicio militar y no lo pensé tanto.

- ¿Y allá estudiaste algo antes? -me comenzó a llamar la atención su historia.

-Terminé el colegio, me gradué a los 18 y quería ser doctor -doctor, otro más, pensé -llevaba ya dos años y medio, pero tenía que cumplir mi servicio, cumplí 21 y estuve dentro dos años, fue horrible, pero sobreviví.

-Vaya, no imagino lo difícil que tuviste que vivir esos dos años -me lamenté un poco.

-Así es, además estudiar medicina allá era muy complejo, el día tiene 24 horas... yo estudiaba las 25 horas -soltó una risita -no tenía vida social, perdí amigos y entre en una gran depresión y ansiedad.

-Pensé que no era real eso que decían de Corea -hablé.

-Lo es, pero aquí sigo -sonrió.

-Entonces, si hago bien mis cálculos, ¿tienes 24 años? -pregunté y volteé a verlo.

-Casi 25 -respondió seguido de una risa.

-Te ves de menos edad -reí.

-Tampoco estoy viejo -volvió a reír, y su risa fue contagiosa.

Hablamos de muchas cosas, hasta que preguntó el por qué yo decidí venir hasta acá.

-Es una historia muy larga y... -suspiré -aún duele.

-Está bien, no pasa nada, lo que importa es que estés bien.

Cambiamos de tema y no tardamos mucho en llegar a mi departamento. Me dejó en la entrada de mi edificio y se despidió con un apretón de manos.

Se quedó ahí hasta que yo entrará, hoy había sido un día totalmente extraño, no me imaginaba aquello.

Lo que me sucedió fue una gran alerta para mí, si no cuidaba de mi vida, ¿quién lo haría?

La doctora había agendado la cita con la psicología para el jueves siguiente. Fui hasta donde había dejado el repostero para ir a regresarlo a mi vecina.

Toqué la puerta y abrió otra chica, cabello liso, maquillaje perfecto.

-Aamm, venía a devolver su recipiente -hablé apenada.

- ¿Te gustó? -preguntó la joven.

-Estaba exquisita -sonreí con timidez.

-Me alegro de que te haya gustado -respondió -Aun no nos hemos presentado -seguía sonriendo -Soy Adriana, pero solo dime Adri -extendió si mano.

Solutions with Champagne (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora