Capítulo 29. Tu recuerdo.

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Tom

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Tom.

Conduje hasta casa por las calles de la ciudad, vi a tantas personas, a tantas parejas y su recuerdo me atormentaba. Hasta llegar a casa y poder encerrarme en mi oficina.

Flashback.

Recordaba aquel día como si fuera ayer. La tienda de joyas brillaba con un resplandor especial, y mi corazón latía con fuerza mientras elegía el anillo para Isabella. Quería que fuera perfecto, que reflejara todo lo que sentía por ella.

Cada detalle del anillo estaba pensado con cariño, desde el diseño hasta el tamaño del diamante. Quería que fuera un símbolo de nuestro amor.

En ese momento Isabella, era mi todo.

Fin del flashback.

Era muy delicado, el día que lo había comprado fue muy especial, fue para su cumpleaños y de verdad había soñado que lo cambiaría por uno con un símbolo más grande.

Todo este tiempo lo había tenido guardado en mi cajón, junto a tantos recuerdos de ella, pequeñas cosas que encontré en casa cuando ella ya no estuvo.

Un par de aretes, que ama como la hacían lucir, fotos nuestras, y su perfume.

Muchas veces, en momentos de debilidad los sacaba y me quedaba observándolos, dejando que todos los recuerdos inundaran mi mente y mi corazón. Nunca me deshice de ellos, los guardaba en el mismo lugar con la esperanza de que algún día, de alguna manera, nuestras vidas se cruzaran de nuevo.

Y fue así.

Pero no de la manera que hubiese querido.

Sin embargo, debía aceptar la realidad y seguir adelante, quería que sea así, Isabella merecía ser feliz, incluso si no era a mi lado, y yo debía continuar, aunque eso significara dejar atrás el dolor y avanzar, como lo había hecho durante este tiempo.

Así que guardé el anillo una vez más, cerré el cajón, sabía que era imposible borrar su recuerdo de mi corazón, pero también sabía que debía aprender a vivir sin ella.

Escuché como tocaban la puerta de mi oficina, y me apresuré a salir, era Caet.

- ¿Está todo bien? -preguntó.

-Si -afirmé y me apresuré a salir de la oficina, directo a la cocina.

Serví un vaso de agua para mí en cuanto Caet se acercaba.

No me moví.

Solo sentí sus manos recorrer mi espalda y su voz retumbar en mis oídos.

-No hemos tenido los mejores días, pero -la escuché suspirar -eres lo más importante para mí.

No respondí nada.

-Tom... te amo -lo dijo sin pensarlo y yo, pensé tantas cosas en que decir, pero ninguna era una respuesta semejante a la magnitud de sus palabras.

Solutions with Champagne (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora