|𝘚𝘦𝘨𝘶𝘯𝘥𝘢 𝘛𝘦𝘮𝘱𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢| de ''Champagne Problems''.
Se que cometí errores, no soy la mejor persona, pero realmente te amo.
Así es, aun te amo.
Los años podrán pasar, pero tu recuerdo sigue aquí, tus risas, tu aroma, tu sonrisa, sigue a...
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Harvey.
-Si -dijo papá.
Y no lograba comprender, yo... nunca imaginé tener hermanos, y ahora resulta que lo tendré, vaya sorpresa.
Sin embargo, no vi del todo emocionado a mi papá.
Y se necesitaría ser ciego para no ver cuál era la razón. No era Isabella.
Era así, la vida era así, y si son sincero, también hubiese amado tener una hermana o hermano de parte de ella.
He hablado con papá varias veces, sé que me ha dicho que la dejará en el pasado, pero sé que no es así.
Lo vi, yo los vi a ambos.
Se que aun sienten algo, pero sus decisiones no han dejado que estén juntos.
Vi a papá llorar esa noche del beso, sé que la extraña. Y tiene toda la razón de hacerlo.
-No te veo muy feliz papá -dije de inmediato
El negó con la cabeza antes de hablar.
-Hubiese querido que sea con ella -lo dijo tan nostálgico.
-Lo sé papá, pero... a veces no entendemos cómo funciona la vida.
Todo puede dar un giro repentino, así era la vida, así eran las consecuencias de nuestras decisiones, y a veces, me gustaría poder tener el control, devolver lo que se había roto.
Isabella.
Al día siguiente de enterarnos que seríamos papás, fuimos al médico, y esto era muy loco, las preguntas y mi nerviosismo era impresionante.
Ser mamá primeriza era extremadamente aterrador.
Que si un mal movimiento podría perjudicar al bebé. Que si no comía bien podía afectar al bebé. Que si no dormía lo adecuado podía afectar al bebé, y muchas cosas que no lograba entender.
Todo me daba asco, y vaya, trabajo en un lugar que a diario cocinamos, se imaginaran lo que se sentía.
-Tienes cinco semanas de gestación -habló la doctora.
- ¿Escuchaste eso amor? -habló Tae que estaba a mi lado, sujetando mi mano -cinco semanas.
Era un puntito en la pantalla, era muy pequeñito. Y esa sensación de que un pequeño ser crecía dentro de mi hizo que llorara.
Media dos milímetros, era con una semilla de manzana, así lo ejemplificó la doctora.
Salí del consultorio con el corazón queriendo escapar de mi pecho y brincar de la emoción.
Iba a ser mamá. Y aún seguía procesando la información.
Y dar la noticia, además de que se supone que en unos meses me casaría, y si soy sincera no he organizado casi nada.
