Tentando a la suerte

Lazos irremplazables

¿Cómo debería de sentirse?

¿Cómo debería de reaccionar?

Verla en tal estado solo lo hacía sentir impotente. Juró destruir a la desesperación, a cazarlos a cada uno de ellos pero... ¿Debería de hacer lo mismo con ella?

¿Debería salvarla o cumplir con su deber como miembro de la Fundación?

Pero eso lo lleva a otra pregunta...

¿Debería de dejar pasar a Naegi Makoto y a Ikusaba Mukuro, de quienes sospecha de estar con la Desesperación Definitiva, o ejecutarlos?

Para los demás está claro que Ikusaba Mukuro está ayudando a los estudiantes encerrados a salir de ahí, oponiéndose a su hermana, Enoshima Junko, e incluso en la reunión de hace poco junto al Credo de los Asesinos se decidió en que los dos deberían detener esta guerra por sí solos como castigo, además de vivir con el peso de sus acciones, pero para Munakata le era bastante injusto. Pero...

¿Debería de quejarse?

Si lo hacía y exigía la muerte de ambos, Yukizome también...

Lo único que podía hacer es seguir haciendo su trabajo... Y armarse de valor para tomar una decisión...

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Con una concentración que rivalizaría hasta con el francotirador más experimentado, Fujisaki Chihiro tecleaba en su laptop vertiginosamente, tanto que los demás llegaban a pensar que se rompería de tanto tecleo. 

Por ordenes de Togami, nadie debía interrumpirlo, ni siquiera para comer, porque aunque suene bastante cruel, su labor era de extrema importancia. Pero, ¿por qué llegara hasta esos extremos?

Resulta que, unos minutos después de que el grupo hubiese subido, un estruendo resonó en todo el lugar, alertando al grupo del primer piso. Si hubiese sido de un solo instante lo hubiesen dejado pasar pero, duró mas de la cuenta, unos diez segundos, lo cual era preocupante.

Togami: Fujisaki...

Fujisaki: - mordiendo su uña del pulgar - Kugh... Sabía que era complicado pero... No creí que fuese tanto... Cada vez que intento entrar me repele con más ataques... 

Kuwata: - en la puerta del comedor - Y para variar hay más de esas mierdas afuera...

Yamada: ¿Q-Que no se supone que no estarían después de destruir al líder?

Kirigiri: Pues al parecer poco le importa y solo quiere deshacerse de nosotros de una vez... pero...

Maizono: ¿Pero?

Kirigiri: Se sabe que algo planea, obviamente, pero el qué exactamente es lo que no puedo deducir...

Estaba mintiendo, por Makoto sabía que quería morir para poner a salvo a Ikusaba de la Fundación, pero de algo estaba segura, no sería tan sencillo. Lo que sea que haya sido ese estruendo, definitivamente le pondría difícil el avance al grupo de arriba.

Mientras tanto arriba...

El grupo estaba resguardado en el pasillo a la sala en donde estaba un gran piano de cola. ¿La razón? Una minigun montada en una de las paredes, además de varios monokumas kamikaze. 

Cuando entraron fueron recibidos con cientos de disparos los cuales lograron esquivar a tiempo antes de que alcanzara la velocidad de rotación esperada para que los disparos fueran más rápidos. 

Para resumir estaban bloqueados.

¡Maldita sea Junko, chinga a tu...!

Makoto: ¡Tch, cada vez es más molesta...! ¡Aún sigue girando. A este paso no vamos a avanzar nunca...!