Walk in the sun once more (Thomas Hewitt X Reader)

Capitulo VII: Hazlo por él.

CAPITULO VII

El gobierno estatal quería expropiar la propiedad de los Hewitt para beneficio de una empresa privada, sin embargo, continuaste leyendo hasta encontrarte con la excusa del uso público. Lo más probable es que necesitaban sacarle provecho a tantas hectáreas de propiedades a los alrededores, no por nada la gente se estaba mudando con más regularidad cada vez.

Era obvio que muchos prefirieran una gran cantidad de dinero e irse de ahí, sobre todo después de que el matadero cerró. Pero la familia Hewitt no quería irse, sobre todo con el nuevo estilo de vida que les proporcionaba una especie de poder que les gustaba.

Miraste a la mujer mayor con tranquilidad y pusiste una mano en su hombro.

—Esto no procede, mamá. Te aseguro que no pueden sacarnos de aquí.

—¡Eso fue lo que les dije! Nadie va a sacarnos de nuestro hogar pero amenazaron con usar la fuerza. - Respondió Hoyt sin darle oportunidad a mamá de hablar. —Encontraran muchas cosas aquí si dejamos que esto continúe, tenemos que deshacernos de ellos —La voz del hombre parecía cada vez más frenética.

—Charlie basta. Eso es imposible, estás hablando de algo más grande de lo que hacemos aquí, ¿quieres tener a toda la policía estatal investigando la casa?

Estabas un poco preocupada por la situación pero mentirías si dijeras que no disfrutabas de ver a Hoyt asustado. Te frenaste de sonreír.

—Podemos demandar en contra de esto. — Mencionaste y una idea vino de pronto a tu cabeza. -Incluso podemos sacar un mayor provecho...

Comenzaste explicando a grandes rasgos las acciones que podían tomar, no tenían que irse a juicio específicamente. Si el gobierno estatal encontraba conveniente probablemente solo tendrían que conciliar y hasta una buena cantidad de dinero podría ser otorgada por el intento de expropiar ilegalmente.

—¡Si claro! ¿Tú que vas a saber de todas estas cosas? Ya nadie vive en este pueblo, somos menos en contra... —Soltó Hoyt con desdén.

—Se más que tu Hoyt. —Lo miraste con severidad y con menos miedo que nunca, ese hombre te había quitado tu libertad pero nunca aquello por lo que te esforzaste día a día y nunca le permitiste a nadie que intentara hacerte menos o explicarte lo que aprendiste con creces. —Sí me dejan trabajar en esto puedo encontrar una solución, pero probablemente tengamos la visita de un abogado. Necesitan esconder las evidencias de cualquier crimen que haya ocurrido aquí y cesar por lo menos un tiempo...

Ambos ancianos se miraron con incredulidad, no estaban seguros si podían confiar en que lo lograrías pero tampoco tenían más opciones. Por tu parte estabas segura de que podías pero a pesar de eso tenías miedo, porque ayudarles en esa situación simplemente estaba afianzando tu participación en los crímenes, ibas a ayudarles a encubrir todo lo que le habían hecho a otras personas y a ti misma. Estabas demente.

—¿Cómo estamos seguros de que no traerás a la policía para que te saquen de aquí?—Inquirió el alguacil. Y todos los demás en la habitación te miraron con inseguros.

Y tenía algo de razón, esta podría ser una gran oportunidad pero eso significaría sacrificar también a Thomas y eso no era una opción para ti. No ahora que ya le tenías aprecio, durante todo ese rato él te había estado observando con impresión, eras alguien inteligente muy por fuera de su propia comprensión.

—Simplemente tendrás que confiar en mí, si no lo haces de todas formas vendrán. Tú decides.

La excitación que habías reprimido con Thomas en la habitación casi parecía volver a florecer cuando sentiste todo ese poder que sobrepasaba al alguacil. Muy a su pesar terminó por aceptar, tenías a ese desgraciado a tus pies.