CAPITULO X
Todos estaban de buen humor en la casa excepto por Thomas y tú.
En un principio mamá reprendió a Hoyt por haber matado a los dos hombres, tenía miedo de que vinieran a buscarlos. Después de todo sabían dónde habían estado, así como te habían reconocido también podrían hacerlo otras personas.
Se deshicieron de los cadáveres a unas cuantas millas lejos de la propiedad, el auto fue desarmado y sacaron las partes que serían útiles o se podrían vender. El resto fue a parar a un depósito de chatarra, lo cual fue una lástima porque aquel auto podía venderse en una gran cantidad de dinero pero para ese entonces solo querían deshacerse de cualquier evidencia.
Pero en realidad la diligencia terminaba con el cobro del cheque y esto alegró a Hoyt. Solo tendría que ir a la ciudad otra vez, esto también puso de mejor humor a mamá aunado a que estaba feliz por el significativo paso en la "relación" de su hijo contigo.
Era una confusión en tu mente porque aunque te sentías con un peso menos encima, tenías esa maldita sensación de acechamiento, se sentía como en tus primeros días ahí pero al contrario. Ahora sentías que el exterior te vigilaba, eras culpable de muchas cosas a las cuales te estabas acostumbrando y ahora tenías miedo de ver personas extrañas acercarse.
Tus jefes parecían personas lejanas y extrañas, no creíste volver a verlos y aunque de cierta forma te alivio la muerte de uno de ellos, sentías que los demás te veían y juzgaban todo lo que hacías.
La balanza estaba desequilibrada en tu contra y hasta horas de sueño te costaron. No habías tenido ni ánimos o tiempo de tener esa conversación con Thomas respecto a la intimidad y mucho menos lo habían hecho otra vez.
Y por supuesto él estaba muy preocupado por ti, incluso un poco dolido. Había intentado a sus formas de persuadirte por volver a estar juntos, pero no cediste y tampoco lo provocabas.
Lo que más le dolía es que no le explicabas la situación, pero tenías la errónea idea de que tal vez no te comprendería.
A cada cuándo te miraba el vientre por si crecía, pero te veía igual todo el tiempo y eso lo entristeció. De todas formas era demasiado pronto para saberlo, aunque él no lo entendía del todo.
Sus inseguridades lo hicieron pensar en que quizá no era capaz de hacerte un bebé, qué quizá tenía algo que ver con los problemas que ha tenido desde su nacimiento.
No podía más que sentir un enojo muy intenso, contra el mundo y contra él mismo, y su mente parecía perder el control de las cosas que hacía aunado a que seguían sin conseguir nuevas "víctimas" porque habías logrado convencerlos de mantener un perfil bajo en caso de que vinieran a buscar a los abogados.
El calor en aquel lugar tampoco ayudaba a aclarar tus ideas y estabas harta de las pocas prendas que tenías, sobre todo ahora que Thomas se había encargado de romper algunas y otras habían quedado cubiertas en restos de tu ex jefe. Además te negabas a usar de nuevo los vestidos de abuela ahora que mamá se había vuelto permisiva.
Cuando todos se fueron a la estación te escapaste un momento de la visión de Thomas para ir al granero, tal vez podrías encontrar ropa de tu talla entre todas esas maletas sin dueño.
Tenías una sensación de incomodidad mientras revisabas cada maleta, algunas de esas cosas serían realmente útiles en la vida de ciudad, pero ahí carecían de total sentido. Quizá por eso estaban ahí, no dudabas que ya les habrían dado uso a las cosas de verdad útiles. Te dio cierto alivio no encontrar ropa o artículos infantiles, pero de cualquier manera era extraño.
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Walk in the sun once more (Thomas Hewitt X Reader)
FanfictionEres una abogada en un mundo donde los hombres tienen el control, las mujeres que ejercen aun son pocas y los abogados del bufete donde trabajas te envían a ti sola a una diligencia rumbo al Condado de Travis, Texas. Para tu suerte tienes un amigo...