Capítulo XXI: Leatherface

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CAPÍTULO XXI

Volviendo al ajetreo nocturno de la ciudad tomó el camino de vuelta por todo el fraccionamiento, tenía la radio encendida y los vidrios un poco a bajo para que el aire fresco aunque no muy limpio de la ciudad entrara con la brisa. No le sorprendió ver que estaba todo tan silencioso y desolado hasta que vio a alguien caminando en la banqueta. Llevaba en su mano una macana y un chaleco oscuro al que solo podían divisársele las letras reflectantes a través de los faros del auto.

"Seguridad Privada" decía el grabado en la ropa del hombre, iba caminando tranquilo sin sospechar nada ni si quiera de él.

—Buenas noches— Dijo Hoyt a través de la ventanilla junto con un gesto amable con la cabeza y esa sonrisa cínica.

El vigilante saludó de igual manera con una sonrisa amable y despreocupada, haciendo reír al hombre mayor de sobremanera.

-Normal que estos idiotas paguen para ser vigilados por otros idiotas- Se dijo así mismo y luego escupió el tabaco por la ventanilla.

Nada le hacía más feliz al hombre que sentir poder sobre otros, saber que podía salirse con la suya y que hasta el momento nadie lo había descubierto. De hecho, planeaba que así siguiera durante mucho tiempo. A pesar de tener que cesar con su actividad usual en aquella temporada, estaba contento con todo lo que había logrado. Cuando dejaran de rondar los alrededores de su propiedad entonces podrían volver a la normalidad y todavía mejor cuando Thomas espabilara.

Le gustaba el nuevo Thomas, era más fuerte y menos sensible pero al mismo tiempo se volvió malcriado, lo desafiaba en más ocasiones o hacía las cosas como quería sin preguntar, desde esa perspectiva necesitaba moldearlo. Y tú eras una herramienta útil para esa tarea, cuando estuviste embarazada se volvió mucho más trabajador, llevaba a cabo sus deberes con más meticulosidad pero luego su distanciamiento lo había mantenido distraído.

Aunque el objetivo principal del alguacil fue dejar que su sobrino los acompañara para vigilarte, también había tenido la brillante idea de dejarlos solos un buen rato para que pudieran arreglarse. Aunque tenía dos posibles finales aquella idea, o se reconciliaban o tu terminabas muerta. Cualquiera de las dos posibilidades estaba bien para Hoyt pero prefería no tener que soportar más de ese humor irritable que consumía a Thomas desde el incidente, por lo que esperaba que pudieran arreglarse mientras él estaba cobrando tu dinero.

Llegando al banco se bajó del auto como cualquier persona normal sin levantar sospechas a los dos guardias que custodiaban la puerta del cajero, sin dejarles ver ni una pizca de culpa en su hipócrita sonrisa cuando los saludo al entrar.

Insertó la tarjeta correcta y tecleo el PIN que anteriormente le habías proporcionado en la habitación. Sus ojos se convirtieron en grandes estrellas luminosas cuando el cajero arrojó una grandísima cantidad en la pequeña pantalla, no podía creer que una cuenta bancaria pudiera contener tantos ceros, tuvo que mantenerse sereno para no brincar de la alegría.

—"En Dios confiamos..."— Susurro para sí mismo tratando de contener la sonrisa macabra en su rostro pero sin tener éxito.

Sin embargo, era imposible disponer de una cantidad tan grande en un cajero automático por lo que solo sacó el límite concedido, un poco decepcionado por la situación pero finalmente con dinero y eso era lo importante.

Regresó contento hasta el pretensioso fraccionamiento y en lugar de tararear las canciones country de la radio esta vez estaba cantando por todas las cosas que podría comprar con ese dinero.

No tardó mucho más de 40 minutos en volver pero su expresión de felicidad cayó en picada cuando dio la última vuelta antes de llegar a su destino. Se estacionó suavemente con los faros apagados, en la esquina donde tenía la visibilidad completa de lo que ocurría, la casa contigua a la tuya estaba encendida y algunos vigilantes armados con macanas estaban ahí con una anciana, parecían discutir algo mientras que uno de esos vigilantes se acercaba sigilosamente a la entrada cubierta por la cinta policial de antes.

Walk in the sun once more (Thomas Hewitt X Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora