Capítulo 23

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The War For Our Empire

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🄰🄳🅅🄴🅁🅃🄴🄽🄲🄸🄰

El siguiente capítulo
describe y desarrolla
contenido violento,
explícito no apto
para todo público

Se sugiere
DISCRECIÓN
de parte del lector.

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Bela:
Destrucción.

— ¡El día de hoy daremos inicio a la más grande invasión que el imperio Este ha hecho..!

Diez mil hombres y mujeres estaban ahí armados y uniformados, alzando sus voces, apoyando el discurso de su comandante Diamond.

— ¡Y eso no significa que moriremos hoy.. No, hoy es nuestra oportunidad de demostrarle a nuestra gente lo que somos capaces de hacer para cuidarlos, porque el día de hoy vamos a defender a nuestra gente, a los hombres y a las mujeres que amamos, vamos a proteger a nuestras mujeres y niños!

Una vez más su ejército gritó, secundado a su palabra.

— ¡Guiaremos a nuestro pueblo a la victoria y ganaremos por todos y cada uno de los soldados que una vez entregaron sus vidas por nuestro imperio! — continuó, escuchando como los caballeros y escuderos gritaban y golpeaban los escudos — ¡Hoy no moriremos, hoy todos vamos por una victoria más, porque nadie va deternos, nadie nos va a derrotar porque Dios está de nuestro lado!

La comandante sacó su espada de su funda al hacer que su corcel se diera la vuelta sobre sus patas, escuchó el sonido de todas las espadas de sus soldados ser sacadas de sus fundas, respiró hondo, observando cómo a la distancia el ejército oponente comenzaba a salir de la ciudad, no eran más hombres que su ejército imperial, ésta sería una batalla más que ganada.

— ¡Por nuestro imperio, por nuestra gente y por nuestra victoria! — exclamó, antes de que su caballo empezara a correr.

El ejército imperial Este corrió detrás de su comandante.

Los arqueros se quedaron detrás, apuntaron hacia el ejército Westmoor, arrojando una nube de flechas hacia el enemigo.

Los escuderos iban de frente, su deber era proteger a sus caballeros.

Los gritos de guerras del ejército imperial no hicieron falta, todos los soldados estaban listos para pelear hasta el cansancio o hasta la muerte, los caballos imperiales corrían sin planes de deternes.

Aquellos que cargaban lanzas las arrojaron sin piedad alguna contra los soldados enemigos una vez que estuvieron a pocos metros del ejército Westmoor.

Las flechas no tardaron el caer sobre los cuerpos del ejército enemigo, las espadas cortaron y atravesaron los cuerpos del enemigo, mientras los escudos bloqueaban con fuerza.

Los caballos corrieron mientras sus jinetes cortaban todas las cabezas de los rivales que alcanzaban con sus espadas.

El más fuerte se convertía en un sobreviviente, sin importar el dolor y las heridas que invadía alrededor de todo el cuerpo, los soldados tenían que continuar y pelear, porque el que caía inmediatamente moriría, podría ser atravesado por una espada o una lanza, o incluso, si su suerte era muy mala, su cabeza podría ser aplastada por la pisada de uno de los caballos.

Emperatriz - Bellow DiamondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora