Capítulo 26

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You're breaking
my heart

Estaba parada afuera de la habitación donde había dejado a su alteza real, cerró sus ojos con fuerza, no quería hacerlo, su corazón le dolía con fuerza dentro de su pecho al pensar en todo lo que tenía que hacer, por una orden que su majestad dió.

No quería romperle el corazón al amor de su vida.

Las puertas no tardaron en abrirse, dándole paso de entrar a la habitación donde su alteza real se encontraba.

No había ni una sola criada ni concubina, sólo la Aya de la princesa Evangeline que se encontraba parada junto al escritorio donde estaba sentada la morena.

Lauren reverenció a la comandante una vez que ésta se volteó y la miró.

— ¿Podrías dejarnos solas, por favor? — pidió la rubia a la mujer de cabello negro.

Lauren asintió en silencio, reverenció a su princesa antes de retirarse de la habitación, dejando a ambas amantes a solas.

— ¿Hablaste con mi padre..? — preguntó la princesa Evangeline, sin alzar la mirada hacia su pareja.

— Así es, su alteza.— respondió la rubia, manteniendo la mirada fija sobre el suelo.

La princesa frunció el entrecejo ligeramente, su rubia no la trataba de esa forma cuando estaban a solas, ¿por qué ser tan formal?

— ¿Qué ocurre? — preguntó la morena, volteando su mirada hacia la caballero.

— Tenemos que hablar, su alteza.— respondió la rubia —. Necesito confesarle algo que no le va gustar.

— Te escucho.— los profundos ojos azules de su alteza real se mantuvieron sobre el cuerpo de la rubia.

Janet apretó ligeramente sus labios, pensando en qué forma debería hablar con su alteza, en cómo no queria romperle el corazón.

— Volveré a irme al campo de batalla, la razón por la que volví era temporal.— respondió la comandante —. Sin embargo ya tengo la respuesta sobre su pedido de guardia personal.— mencionó.

— ¿En serio? — las cejas de la morena se relajaron por un momento.

— Así es, su majestad accedió a que yo fuese su guardia personal.— respondió, frunciendo sus labios, sentía como su corazón latía con fuerza, no sabía como debería decir lo siguiente, estaba ansiosa.

— Eso es increíble.— sonrió con alivio la princesa al ponerse de pie e intentar acercarse hacia la rubia.

Sin embargo la comandante retrocedió en cuanto la princesa intentó abrazarla, lo que consiguió que la morena la mirara extrañada.

Janet no quería ver a su alteza real a los ojos, no podía, se sentiría débil y no podría terminar con su tarea.

— Su majestad accedió a que yo fuese su guardia personal porque él necesita que cuide de usted y del bebé que ahora carga en su vientre.— escupió, tratando de tragarse el doloroso nudo que estaba formándose dentro de su garganta.

Los profundos ojos azules de la princesa Evangeline se abrieron con sorpresa, el rostro moreno de la albina empezaba a perder color, se sintió mareada.

La comandante Janet ahora sabía que la princesa Evangeline estaba embarazada.

— Janet...— susurró la morena.

— No tardaré en volver su alteza, delegaré parte de mi poder como comandante a soldados en los que confío, de esa forma podré liderar el ejército imperial y protegerla a la vez.— respondió, sin elevar la mirada.

Emperatriz - Bellow DiamondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora