Capítulo 17

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bright/deep


Todos los soldados del imperio Este se dirigían al palacio real, dispuestos a disfrutar de la fiesta que el emperador Phil Hampton organizaba para todos los valientes que regresaron de la guerra.

Vestían sus mejores y más elegantes ropas, buscando impresionar a las hermosas y jóvenes doncellas del palacio real.

La soldado Janet paseó una de sus manos entre su cabello mientras se observaba al espejo, su rubia cabellera estaba mucho más corto, no lo había vuelto a dejar crecer, le gustaba como se veía, sin embargo, por alguna razón se sentía extraña.

Vestía un elegante frac, una larga y elegante camisa blanca de botones, junto a un chaleco amarillento claro que detallaba su ahora delgada figura, sus largas piernas se lucían con elegancia gracias al ligeramente ajustado pantalón color marrón claro, también llevaba sus fieles y altas botas negras.

Suspiró antes de voltearse sobre sus pies, era hora de irse, Phillip la esperaría fuera del palacio real para que ambos entraran juntos a la gran fiesta del emperador.

Así que una vez que estuvieron en frente de la enorme entrada del palacio real, se adentraron junto a los demás miembros del ejército, observó con sus ojos color ámbar el inmenso salón blanco del palacio, cual era hermosamente decorado con pinturas de la familia real, la arquitectura del lugar la dejó maravillada, debido a las hermosas plantas y flores que fueron específicamente seleccionadas para lucir tan preciosas en tan especial celebración.

La servidumbre caminaba por los alrededores del salón, sirviendo a todos los invitados.

No sólo observó integrantes del ejército, también habían nobles, burgueses, clérigos y demás; todos y cada uno de ellos asistieron a la fiesta conmemorativa que el emperador organizó.

Tomó la copa de vino que Phillip le ofreció, él la ayudó a nombrar a todos los invitados cual ella no reconocía sus nombres.

Los músicos no tardaron en hacer presencia en el salón, algunos empezaron a bailar al ritmo de la música, mientras otros disfrutaban de los bocadillos y las bebidas.

Ocasionalmente se escuchaba la fuerte y grave voz de algún galano, nombrando a los miembros de la familia real que entraban al salón, no eran todos los príncipes del imperio, hasta donde observó sólo estaban los mayores, sin embargo, por ningún lado observó o escuchó sobre Evangeline.

Apretó su mandíbula, al encontrarse con esas ansías de ver a su alteza real junto a una combinación de un fuerte deseo de que no verla, tomó de un solo trago el resto de su bebida.

Se sentía débil al pensar en esa mujer de piel morena, se sentía débil al saber que Evangeline, a pesar de todo el dolor que le provocaba, aún tenia ese terrible y gran poder sobre ella, sólo había pensado en ella cuando todo su cuerpo se inquietó.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó el castaño, mirando con sutileza a la rubia.

Janet no respondió, conectó su mirada ámbar con los ojos verdes del varón antes de caminar hacia una de las largas mesas donde había una gran cantidad de delicias y algunas bebidas.

Tomó una copa de vino con una de sus manos y sin pensarlo dos veces bebió de ésta de un solo trago.

Se sentía inquieta, demasiado inquieta, ¿qué haría si la princesa Evangeline se aparecía a esa fiesta?, ¿observarla desde lejos sin descaro alguno?

Su pecho contradecía con mucha fuerza a lo que su mente decía, quería encontrarse con ese profundo océano azul, pero a su vez no quería hacerlo, porque sabía que sería un fuerte golpe para su corazón, sus manos le temblaron, habían pasado casi cinco inviernos desde la última vez que la vió.

Emperatriz - Bellow DiamondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora