Capítulo 36

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Dedicatoria a:
Todouh

La princesa Evangeline pudo sentir como el aire se le atoraba en la garganta, jadeó sintiendo todas las extremidades de su cuerpo congelarse, las pupilas de sus profundos ojos azules enfocaban directamente la figura de aquel hombre que su corazón tanto odiaba, ¿qué estaba haciendo él en su castillo?, ¿cómo se atrevía a entrar sin su autorización?, ¿cómo pudo atreverse a si quiera poner un solo pie en su piso?

— ¿Qué estás haciendo aquí, Hammond? — cuestionó la Princesa, manteniendo su postura, sin mostrar algún rastro de miedo, inseguridad o pánico, su rostro aparentaba un simple desagrado junto a molestia, como si la Princesa no estuviera sintiendo su ansioso corazón volverse loco por el tormentoso terror que había en él.

— Me encuentro muy bien, gracias por preguntar, Princesa de mi amado corazón.— respondió con una sonrisa al acercarse a la morena.

— ¡Te atreves a dar un sólo paso más hacia mi y te juro que es lo último que harás, Dylan! — amenazó la Princesa, señalando al varón.

El Príncipe se detuvo justo en frente de su prometida, importándole tan poco la orden de la Princesa, sosteniendo su mirada sobre la profunda mirada de su alteza real, fue entonces que la reverenció, tomando con descaro la suave mano de Evangeline, besándola.

— ¿Qué te pasa? No me toques.—  apartó su mano con desagrado del tacto del Príncipe.

— Es una enorme dicha poder volver a verte, Evangeline.— pronunció el varón, reincorporándose, remarcando la gran diferencia entre sus tamaños.

— Desobedeces a mis órdenes, te presentas en mi castillo sin mi autorización y te paras en frente de mi, la primogénita y a la vez la predilecta de su majestad, el Emperador Phil Hampton sin vergüenza alguna, ¿Quién demonios te crees que eres, Dylan? — atacó la morena, frunciendo su entrecejo.

Dylan sonrió con gracia.

— ¿Acaso no se me permite visitar a mi querida y hermosa futura esposa? — quiso saber, llevando una de sus manos hacia el rostro de Evangeline, acariciando con la yema de sus dedos el filo del mentón de la morena.

— Responde a la pregunta de la heredera al trono del imperio en el que estás parado, Príncipe.— ordenó la fuerte voz de la ex-comandante Diamond al dejar un eco atravesar el pasillo.

Los ojos del varón buscaron conectar los ambarinos ojos de la amante de su prometida.

— Pero que agridulce reunión tenemos aquí.— mencionó el Príncipe, extendiendo sus brazos al ensanchar una amarga sonrisa en sus labios —. Los novios y la amante.

La ex-caballero del Emperador caminó con firmeza hacia su alteza real, posicionando el delgado cuerpo de su Princesa detrás del suyo, buscando utilizar su propio cuerpo como escudo para poder protegerla del Príncipe Dylan Hammond.

— ¿A qué ha venido de tan lejos, Príncipe Hammond? — preguntó la mujer de cabellera rubia, observando directamente a los ojos al varón.

— Janet Diamond.— nombró el Príncipe, conectando su mirada con la de la rubia.

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— ¿Recibió mi detalle, mi querido Emperador Hampton? — preguntó con una brillante y hermosa sonrisa de lado a lado la Emperatriz Elena.

El varón volteó de reojo su mirada a la pantalla mágica de su canal directo de comunicación, enfocando con su mirada a la mujer de cabello albino para asentir con la cabeza y mostrarle que sostenía un frasco en la mano.

Emperatriz - Bellow DiamondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora