Cαρ 6

1.4K 120 34
                                    


𝙼𝚊𝚕𝚍𝚒𝚝𝚘 𝚜𝚞𝚎ñ𝚘 - 𝙰𝚐𝚞𝚊

Duxo cierra los ojos mirando unos segundos más antes de acabar dormido a su mejor amigo Aquino que dormía en otra cama, siente sus mejillas arder, cubre todo su cuerpo hasta la ultima punta de su pelo.

Aquino se encontraba sumido en un sueño profundo que estaba en un ''Paraíso'' ya que era muy bonito y acogedor, sentía la calidez en su infranasal, mira a su derecha se encuentra con la hermosa sonrisa de su mejor amigo. El no evita sonreir tambien.

- Sigueme. - Susurro el azabache, levantandose del cesped limpiando su ropa sin esperar a su amigo, fue caminando tranquilamente a una cabaña. Sin dejar de sonreir Aquino lo acompaña de lejos, con su sonrisa aun pintada en su rostro.

La calidez desaparecio un escalofrio sintio, la tranquilidad desaparecio, se encontraba en un oscuro y tetrico lugar, rodeado de sombras y figuras aterradoras. Aquino jugaba a un juego de buscar a su mejor amigo, pero aquel juego no era para nada divertido para Aquino, busca desesperadamente a Duxo, su mejor amigo, pero no importaba cuánto lo llamara, no obtenía respuesta. El ambiente se volvía cada vez más opresivo y asfixiante, mientras los miedos de Aquino se volvian mas intensos. Las sombras parecían acecharlo, moviéndose con más rapidez.

El corazón de Aquino latía con fuerza, su respiración se aceleraba y el sudor corría por su frente. Quería despertar, salir de esa pesadilla, pero estaba atrapado en ella, sin control sobre su propio sueño. Las imágenes aterradoras se sucedían una tras otra, como si su mente se hubiera convertido en un campo de batalla entre la realidad y la ficción. Oyó un grito, definitivamente era la de su mejor amigo, voltea y nadie está sólo las sombras espantandolo y perturbandolo.

Abrió los ojos y se encontró de vuelta en su habitación, en la seguridad de su cama. Respiró profundamente, tratando de calmar su agitada mente y recordando que todo había sido solo una pesadilla. Traga su saliva, frota su cabello todo sudado, luego deja caer el peso de su cabeza en su mano que a la vez ayudaba su brazo y hombros.

Inhala y exhala.

Mira su alrededor, buscando la presencia de su mejor amigo Duxo, y sí, ahí se encontraba durmiendo plácidamente. El castaño de pelo ondulado mira rápidamente al conector de su celular, acabo de recordarse de que había dejado cargando casi toda la noche y madrugada su celular. Pero ahí no estaba su celular, donde lo había dejado, en la mesa; no estaba.

Buscó en su cama y rozo algo que estaba cerca de su almohada, y eso provoca que se caiga, mira enfocando sus ojos en el suelo, era su celular el que se acabo de caer en el suelo.

Aquino lo agarra y lo primero que hace es mirar la hora, eran las 4:53 de la mañana, suspira y baja sus pies en el frío suelo, primero se asusta un poco al sentir lo frio que estaba el suelo, se acostumbra y camina a su closet para sacar ropa para ir a tomar un baño. Desde luego iba a bañarse.

Aquino despertó temprano en aquella fría mañana, sintiendo el intenso frio en su piel mientras se levantaba de la cama. El aire helado penetraba por las rendijas de la ventana, creando un ambiente gélido en toda el departamento.

Se levantó de la cama. Sus pies, aún descalzos, sentían el contacto con el suelo frío mientras caminaba por el pasillo. El pasillo estaba a oscuras, sólo iluminado por la débil luz que se filtraba a través de las persianas cerradas.

Con cada paso que daba, Aquino iba encendiendo las luces del pasillo. El tintineo de los interruptores era un sonido familiar para él, como si cada clic le acercara más al reconfortante calor del agua caliente. La luz se extendía por el pasillo, desterrando las sombras y llenando el lugar de una luminosidad cálida.

Finalmente, Aquino llegó al final del pasillo y giró la perilla de la puerta del baño. La luz se derramó en la habitación, revelando un espacio tranquilo y acogedor. El espejo empañado por el vapor le daba la bienvenida, prometiéndole una experiencia revitalizante.

Sin perder más tiempo, Aquino abrió el grifo de la bañera y dejó que el agua caliente comenzara a fluir, llenando la habitación con el sonido reconfortante de su caída. Se despojó de su bata y entró en la bañera, sintiendo cómo el calor envolvía su cuerpo y disipaba el frío de la mañana.

El agua caliente abrazó su piel, deshaciendo la tensión y relajando sus músculos. Cerró los ojos y se sumergió en la experiencia, permitiendo que el vapor le acariciara el rostro. El susto que tuvo en aquella pesadilla se ha esfumado.

Tocaba levemente su propio cuerpo, masajeando y limpiando su cuello. Su cabello todo mojado tapaba la vista de Aquino, por tener un pelo ondulado.

Aquino se entregó a ese momento, disfrutando del baño caliente en aquella mañana fría. El agua seguía fluyendo, y él se dejaba llevar por la tranquilidad que lo envolvía. Mientras tanto, el pasillo permanecía iluminado.

 Mientras tanto, el pasillo permanecía iluminado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Total palabras: 900

Bueno, procedo a llorar porque debo matar a alguien.

¡Ey! ¿Cómo estás?


۵❝¡𝓗𝓾𝓮𝓵𝓮𝓼 𝓪 𝓿𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪!❞۵|| ෆ 𝙳𝚞𝚡𝚒𝚗𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora