Cαρ 11

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𝙱𝚕𝚊𝚗𝚍𝚘 - 𝙾𝚕𝚘𝚛 𝚊 𝚟𝚊𝚒𝚗𝚒𝚕𝚕𝚊

Aquino despertó lentamente, sintiendo un fuerte dolor de cabeza que le hacía cerrar los ojos con fuerza. Después de un momento, decidió abrirlos de nuevo y lo que vio lo sorprendió. Frente a él, había algo oscuro que no podía identificar. Intrigado, decidió tocarlo con su dedo, dando tres golpecitos suaves. Para su sorpresa, eran bandas, pero no entendía qué eran o por qué estaban allí.

De repente, escuchó una risa a su lado y volvió la mirada hacia el origen del sonido. Allí estaba Duxo, acostado en su cama y mirándolo con una sonrisa divertida en el rostro. Aquino se dio cuenta de lo que había sucedido y sus mejillas se tiñeron de un tono rosa intenso. Había tocado el pecho de Duxo sin querer.

Avergonzado por su acción, Aquino intentó disculparse o explicar qué había sucedido, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. En ese momento, Duxo lo abrazó, haciendo que su pecho se pegara al rostro de Aquino. El calor de su cuerpo y la cercanía hicieron que el rubor se extendiera desde las mejillas de Aquino hasta sus manos.

Finalmente, cuando Duxo se separó, Aquino rápidamente apartó su rostro, sintiéndose aún más avergonzado. No podía creer lo que acababa de ocurrir.

Ambos se miraron por un momento.

- Buenos dias dormilon.- Hablo por fin duxo, con un tono de voz juguetón.

- Ah... eh... b-buenos d-dias... - Dijo jugando con su mechón que quedaba alrededor de la oreja el castaño.

- Es mejor que tomes algo para el dolor de cabeza. - Dijo levantándose, bajando sus pies en el frío suelo, aún no tenían una alfombra.

- A-Ah... eh si, gracias... - Aquino procesa un momento.

¿Qué hacía duxo acostado con él? Y su mente va embarcando a una conclusión mirando el ropero que estaba entreabierta con una mirada de sigilo y de concentración. Sabía que ahora eran parejas; no podía negar que le gustó el abrazo.

Luego sintió alguien parado frente suyo, miró hacia arriba dejando de mirar el ropero, duxo extiende su brazo con con vaso de agua a aquino, que luego le da una pastillas para las punzadas que sentía el castaño.

El temía a las pastillas, recordando de cuando era pequeño se ahogo con una pastillas, lo agarro inconscientemente la pastilla y las trago con dificultad, toma rápidamente agua para que la pastilla pase su garganta.

- ¿Tenías tanta sed, aquino...? - Pregunto duxo recibiendo denuevo el vaso.

- Ah... no... pero... - Trago saliva, limpiando su labio que estaba mojada por el agua. - Sólo no quería ahogarme con una pastilla de mrd.-

- Pipipi. - Dijo duxo. - Tengo que ir a chambear. -

- Ah, si cierto, entonces... ve, yo también después me voy... - Hablo aquino, lamentándose porque no puede pasar el día con duxo.

Aquino se quedó mirando por un momento a Duxo, salía de la habitación para dirigirse al trabajo. Aquino se encontraba todavía en la cama, apoyando los pies sobre el frío suelo, intentando ponerse de pie. Sentía aún el dolor de cabeza persistente, pero sabía que también debía ir a trabajar.

Aquino se desempeña como empleado en una panadería. Cruza el pasillo y entra en la cocina para revisar la nevera y encontrar algo para desayunar. Decide prepararse un sándwich de verduras y lo devora rápidamente. Se viste con ropa abrigada para enfrentar el frío exterior y coge su celular antes de salir de casa. El dolor de cabeza comienza a disminuir, pero Aquino sabe que debe continuar con su rutina diaria.

۵❝¡𝓗𝓾𝓮𝓵𝓮𝓼 𝓪 𝓿𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪!❞۵|| ෆ 𝙳𝚞𝚡𝚒𝚗𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora