CONTENIDO +18 EN EL CAPITULO 26
𝐃𝐔𝐗𝐈𝐍𝐎 | ¡Aquino siempre huele a vainilla! Y duxo quiere descubrir el porqué, sabía que es un objetivo ridículo, pero para él la curiosidad es curiosidad.
Los aclaraciones adentro, los dibujos no son de mi aut...
Transcurrieron varios días después de la intensa discusión entre Locochon y Cejo, dejando tras de sí un rastro de tensiones sin resolver. La atmósfera se volvió cargada con la pesadez del desacuerdo, y ambos se distanciaron, sumidos en un silencio incómodo que reemplazó la complicidad que alguna vez compartieron. La frialdad entre ellos persistía, como un nubarrón que ensombrecía la relación que antes florecía con camaradería.
Los días pasaban lentamente, marcados por la ausencia de la risa compartida y la complicidad que solía caracterizar su amistad. Cada uno llevaba consigo el peso de la discordia, preguntándose en silencio si algún día serían capaces de superar las diferencias que los habían separado.
Los estruendosos gritos de Cejo resonaban en el aire, defendiendo su postura con vehemencia mientras Locochón se veía limitado a quejarse tras cada crítica. La ausencia de recuerdos del pasado lo dejaba en una posición desfavorecida, incapaz de participar de manera efectiva en el debate. Cada queja de Locochon, en lugar de ser una respuesta contundente, se convertía en una voz silenciosa impotente ante la carencia de vivencias que pudiera utilizar para respaldar sus argumentos.
La pérdida de recuerdos se transformaba en una sombra que oscurecía la capacidad de Locochón para articular sus pensamientos y experiencias. Cada intento por contraargumentar resultaba frustrado, sumiendo a Locochon en una sensación de impotencia que se manifestaba en su rostro y en su voz apagada.
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Aquino se encontraba recostado en la suave cama de Duxo, aunque la suya estaba justo al lado.
Decidió acomodarse en la cama de su pareja. Sus ojos avellana brillaban mientras exploraba el playlist de twenty one pilots, su banda favorita, buscando la canción perfecta que complementara el libro de romance prestado de Soarinng, que tenía entre las manos.
Aquino sintió una presencia pesada sobre él. Lentamente, retiró los auriculares y dejó descansar su mano en la página del libro. Al mirar hacia arriba, no le sorprendió descubrir que era Duxo quien yacía sobre él.Con una sonrisa, Aquino preguntó con suavidad, —¿Qué sorpresa es esta, Duxo?— Duxo respondió con complicidad, acariciando la mano de Aquino que reposaba en el libro. —Me gusta mirar figuras agradables,— dijo Duxo guiñandolo.
El roce de la mano de Duxo sobre la de Aquino provocó un ligero rubor en las mejillas del castaño. Sus ojos se encontraron por un breve instante, y en un abrir y cerrar de ojos Duxo se acercó a los labios de Aquino sellando el momento con un beso prolongado.
Los ojos avellana de Aquino se cerraron, entregándose al suave contacto de los labios de su pareja.
La separación del beso fue seguida por un gesto juguetón de Duxo, quien mordió ligeramente el labio inferior de Aquino antes de levantarse de la cama. El torso de Duxo sin cobertura revelaba sus definidos abdominales provocando que el sonrojo de Aquino empeorara notablemente. En un acto reflejo Aquino tomó su libro y lo utilizó para cubrir su rostro.
Duxo soltó una risa entre dientes y, con un toque travieso deslizó su dedo índice por el libro de Aquino bajándolo suavemente hasta exponer las mejillas sonrojadas del castaño. Al principio, Duxo mantuvo una expresión seria pero al ver el rostro avergonzado de Aquino una sonrisa victoriosa se dibujó en sus labios.
Aquino entrecerró los ojos al encontrarse nuevamente con los vibrantes ojos de color lila de Duxo. En un instante, Duxo se lanzó encima de Aquino abrazando su pecho y deslizando sus manos debajo de la camisa del castaño. De manera juguetona apretó suavemente el torso de Aquino antes de deslizar las manos por los costados.
En un momento, Duxo insinuó algo más sugestivo lo cual hizo que Aquino levantara una ceja en sorpresa. Sin embargo, las verdaderas intenciones de Duxo eran distintas. De repente comenzó a hacer cosquillas a Aquino provocando risas incontrolables por parte del castaño.
—¡Mierda para! —exclamó Aquino entre risas, intentando escapar de las cosquillas mientras se retorcía en la cama.
Duxo detuvo las cosquillas, pero no sin antes sellar el momento con un beso en el cuello de Aquino. El gesto dejó una sensación cálida en la piel de Aquino aunque la interrupción abrupta del sonido del celular de Duxo. El azabache se levantó de la cama y, al atender la llamada, su expresión cambió de repente. Miró fijamente a Aquino por unos segundos antes de desaparecer de la habitación con una mirada seria.
Aquino arqueó una ceja y se arregló la ropa, sentándose en la cama. Frotó su nuca con una expresión pensativa, mientras sus auriculares quedaban olvidados en la cama.
A pesar de su impulso inicial de ir en busca de Duxo, Aquino decidió reconsiderar. Pensó que tal vez no era el momento adecuado para abordar la situación. En su lugar, se levantó y, justo cuando estaba a punto de seguir a Duxo, su propio celular sonó, interrumpiendo sus pensamientos.
Aquino frunció el ceño al ver la llamada entrante.
Aquino frunció el ceño al ver la llamada entrante, y al contestar, se encontró con la voz de Soarinng al otro lado de la línea.—¿Soarinng?
—¡Hola, Aquino! Necesito tu ayuda —dijo Soarinng con urgencia.
La sorpresa se reflejó en el rostro de Aquino mientras escuchaba atentamente. Se había preparado para la posibilidad de que fuera sobre el libro prestado, pero la situación era diferente.—¿Qué sucede, Soarinng? ¿En qué puedo ayudarte? —preguntó Aquino, manteniendo la atención en la llamada mientras pensaba en la situación con Duxo que había quedado en pausa.
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Es sayo ヾ(≧へ≦)〃
Lo siento por la demora, eh.. supongoq que saben el porqué (?)
Los que no saben, estoy peleando por un examen de ingreso para pues, ingresar a una preparatoria tecnica. Y estoy llena de deberes, apenas puedo completar 2 paginas al dia, la biblia que es dos paginas son como 100 ejercicios.
Bueno, no sé cuando actualizar shared dreams, pero estoy demasiado cansado (help, creo q debi quedarme en mi antiguo colegio). No prometo sacarlo pronto.
